Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/169

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

Oriental soliviantada contra los españoles, la presencia de Artigas investido de mando, que trastornaba sus planes, lo perturbó aunque sin motivo.

Sus éxitos de armas no fueron más allá en la zona sudoeste, y sus limitados alcances lo descartaban, precisamente, ante los ojos de la Junta Revolucionaria de Buenos Aires.

Descontento por la postergación, atravesó el Uruguay para solicitar de las autoridades porteñas otra destino, y este se le concedió una vez que pudieron darse cuenta que no existía en Benavídez, “hombre” como para contraponerlo, en caso necesario, a la influencia cada día creciente de Artigas en la Banda, y cada día perfilado con mayor personalidad de gran caudillo.

Destinado a formar en el ejército del general Manuel Belgrano, que iba a abrir operaciones sobre el Alto Perú, con grado de coronel que se le reconocía, desertó las filas patriotas cuando su jefe principió a retirarse hacia el Sur bajo la presión de las fuerzas del general español Pio Tristán.

Agravando su conducta, siempre dentro de lo convencional de las noticias poseídas, Benavídez habría suministrado al jefe español importantes datos acerca de la fuerza y elementos con que contaba el ejército patriota.

Continuando a servicio del Rey, fué de los vencidos en Tucumán el 23 de setiembre del año 12, y vino a morir bajo las mismas banderas en la derrota de Salta, de un balazo en la cabeza, el 20 de febrero de 1813.


BENITEZ, INOCENCIO

Militar, natural de la provincia argentina de Entre Ríos, probablemente de Federación, antiguo Mandisoví, en la costa del Uruguay. Llegó a sargento mayor de nuestro ejército después de haber hecho casi toda su carrera en filas de Guardia Nacional, a las que había ingresado como capitán de caballería el 4 de setiembre de 1862, siendo simple particular hasta entonces.

Avecindado en el departamento del Salto, fué Benítez uno de los primeros pobladores del pueblo de Constitución, cuando se repartieron los solares iniciales en 1852.

Capitán de la guarnición del Salto, una fuerza a sus órdenes sorprendió el 20 de marzo de 1864 al coronel revolucionario florista Atanasildo Saldaña, en momentos en que se hallaba enfermo en su estancia de Palomas y con él a su padre el sargento mayor Francisco Saldaña y a su secretario A. Toribio.

Ei gobierno de Aguirre, magnificando las proporciones militares de un episodio que en el fondo era consecuencia de la delación de un vecino de los jefes sorprendidos, promovió á Benítez a teniente coronel de guardias nacionales con fecha 31 de marzo, el mismo tiempo que

— 169 —