Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/18

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

Estado, instituido para suplantar a las cámaras derrocadas por el golpe de fuerza del 10 de febrero.

Restablecida la normalidad constitucional, en 1899 resultó senador por Maldonado.

La posición del nacionalismo habíase vuelto tan aventajada bajo el gobierno de Cuestas, que su triunfo definitivo parecía próximo; pero las divisiones no demoraron en hacerlo presa. Señaláronse una tendencia conservadora, deseosa de contemporizar con el ex-dictador en una política de sucesivos acuerdos electorales, negación de la verdad democrática, con propósito de sacar mayores ventajas a ese precio, y una tendencia radical, que enfrentaba quebrar aquella si era preciso y tomar el camino de los comicios libres. Acevedo Díaz, desde esta ultima posición, vino a hallarse en discrepancia con Aparicio Saravia, jefe militar a quien el partido rendía obediencia y al cual apoyaba la fracción conservadora.

Bajo otros aspectos, el encumbramiento político del periodista demoledor que había gestado la revolución del 97, levantaba desconfianzas entre muchos hombres de su misma parcialidad, hábiles en aprovechar de las revoluciones aunque llegados algunas veces a la ultima hora.

La sucesión presidencial de Cuestas, cuyo mandato concluía el ultimo día de febrero de 1903, precipitó el choque previsto.

Cuestas, dispuesto a imponer su candidato, lanzó la candidatura de Eduardo Mac-Eachen, hombre carente de todo prestigio y simple hechura suya, pero el cual, a merito de su misma insignificancia política y su falta de carácter, fue aceptado por el Directorio Nacionalista, de acuerdo con el caudillo Saravia, pues significaba la continuación exacta de la política que permitía la coexistencia de dos gobiernos recelosos el uno del otro y amenazándose con la guerra, causa de inquietud constante.

Sin embargo, ese plan político fracasó, pues Mac-Eachen no pudo reunir el número de votos oficialistas colorados necesarios, que unidos a los directoriales nacionalistas, alcanzaran la mayoría constitucional.

Al fracaso habían concurrido en gran parte Acevedo Díaz y un numero de legisladores de su partido resistiendo tenaces el candidato impuesto, y en la elección del 1° de marzo obtuvo mayoría José Batlle y Ordoñez. Contaban entre sus votantes ocho nacionalistas disidentes del grupo de Acevedo Díaz.

El sector mayoritario del nacionalismo quedo vencido y su respuesta fue expulsar del partido al director de “El Nacional” y a tres de sus mas adictos compañeros, sancionando además con censuras y declaraciones a todos los legisladores que no habían prestado su apoyo al plan Mac-Eachen.

Ante los hechos, la masa partidaria se puso del lado del caudillo militar y del Directorio que era su portavoz y Acevedo Díaz debió contemplar asombrado como en un mo-