Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/191

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Circunscripto a sus nuevas actividades, olvidado el político y el hacendista, sólo sobrevive el nombre de Aurelio Berro en nuestros anales, como el vate laureado en la Florida al inaugurarse el Monumento de la Independencia en 1879, y que luego triunfó en el extranjero con accésit en los Juegos Florales del Centro Gallego de Buenos Aires en 1882, con su canto a la Industria, y obtuvo dos nuevos premios en circunstancias análogas en 1884, con sendos cantos a Rivadavia y a Quintana. Asiduo cortejante de las musas, sus poesías de correcta factura pero sin verdadera inspiración, que corren insertas en distintas antologías, no llegaron a coleccionarse nunca en libro.

Falleció Aurelio Berro en Buenos Aires el 5 de diciembre de 1911.


BERRO, BERNARDO Gervasio

Hijo del presidente Berro, que siguió la carrera militar, llegando a sargento mayor en el ejército, aunque en las filas de sus correligionarios, donde fué caudillo, se le otorgara el título de general. Nacido en Montevideo el 19 de junio de 1840, comenzó sus servicios de armas cuando la revolución del general César Díaz en 1857, en calidad de alférez del batallón que mandaba el coronel Pedro Lenguas, pero sin alcanzar a hallarse en la jornada de Quinteros.

Ascendido a teniente en el gobierno de Pereira, en 1858, cuando el general Venancio Flores se alzó en armas contra el gobierno de su padre, en 1863, tuvo destino en el ejército del general Juan Sáa, jefe extraño a nuestro ambiente, que en muchas ocasiones supo asesorarse de su capitán, ciudadano reposado y de consejo, conocedor por su propia situación familiar de los hombres y de las cosas. A esta influencia atribúyese, por ejemplo, que el después coronel Pampillón a quien iban a pasar por las armas por deliitos militares, salvase la vida.

Triunfante a principios de 1865 la revolución colorada que alejó del gobierno del país a su partido político, Berro abandonó el ejército, reduciéndose a la condición de agricultor en la chacra familiar del Manga y, cuando el 19 de febrero de 1868 fracasó la tentativa revolucionaria encabezada por el ex-presidente Berro y éste fué muerto simultáneamente con el ex-dictador Flores, huyó a Buenos Aires junto con su hermano Mariano, depositario de muchos detalles secretos de la conspiración tan trágicamente abortada aquel aciago día en las calles de Montevideo.

Extranjero dedicado a tareas rurales, no pudo, sin embargo, por imposiciones del ambiente y a mérito de los vínculos de amistad que lo unieron a ciertos hombres políticos argentinos, sustraerse a las luchas que agitaban entonces la provincia argentina y hasta llegó a cargar espada a favor de algún bando.

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