Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/202

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róse a las filas de la Cruzada Libertadora, siendo de los que vadearon el Uruguay, a las órdenes del coronel Enrique Castro, el 30 de setiembre de 1863, como infante y con grado de capitán.

Vencedora la revolución, Flores, erigido en dictador, prolongando excesivamente su gobierno de facto, se enajenó, por esta razón, muchas simpatías de los que habían sido sus partidarios.

Algunos hasta llegaron a conspirar contra su antiguo caudillo, y Bertran estuvo entre ellos. Exaltado, como si toda la vieja fobia florista hubiera reverdecido, convirtióse en enemigo del Gobernador Provisorio y en ese estado de espíritu — hombre «sin suficiente control como era — planeó y puso en ejecución, valiéndose de dos austríacos de apellido Neumayer, que actuaron como “técnicos”, la excavación de una mina con carga de pólvora, gue debía explotar debajo del despacho de Flores, en el Fuerte de Gobierno.

La trama, por gran suerte, se descubrió a tiempo el 30 de junio de 1867. Bertran pudo ganar el Brasil, permaneciendo en la emigración hasta que en el gobierno de Ellauri, en 1873, regresó al país, amparado por todas las garantías que le aseguraba un magistrado respetuoso de las leyes.

En retribución de estas garantías, Bertran tomó partido contra Elauri y la parcialidad política que lo apoyaba, fué un factor coadyuvante del motín de 1875, y a fines del año se le halla en Buenos Aires, encargado por el gobierno de Varela de espiar a los emigrados uruguayos y dar cuenta de sus actividades revolucionarias.

El régimen dictatorial del coronel Latorre, régimen férreo subsiguiente al desquiciado período de Varela, frustró quien sabe que esperanzas de nuestro agitado conciudadano, pronto siempre a la protesta y a la amenaza y poco cuidadoso de ocultarlo.

Pero el Gobernador Provisorio era persona muy distinta del presidente Ellauri, y, con propósito de hacer un escarmiento que a la vez demostrase sus rumbos de futuro, determinó la eliminación de Bertran por estilo tremendo.

El 10 de abril de 1876, a pleno sol y en una calle céntrica de Montevideo, el agitado ex comandante fué mortalmente herido a puñaladas y tiros por el ayudante mayor Valentín Martínez, oficial del 5° de Cazadores y por un soldado del mismo cuerpo, de cuyas consecuencias falleció tres días después sin haber recobrado el conocimiento. (Ver Valentín Martínez).

Con la muerte de Eduardo Bertran, dispuesta por Latorre y llevada a cabo sin misterio y a corta distancia de la Casa de Gobierno, se inauguró la funesta serie de ejecuciones extra-legales de la dictadura del famoso Coronel que había de ensombrecer su memoria.

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