Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/204

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cional no tiene precio, aun dentro de la imperfección que campea en sus dibujos y de la deficiencia con que se desempeñaba en el retrato.

Sus croquis, sus esbozos apenas, sus perfiles, sus notas a medias, junto con sus litografías retocadas seguramente por mano ajena, sus series de acuarelas y sus trabajos a pluma, constituyen el archivo magnífico donde con la ingenuidad y la verdad de un primitivo hay que ir a documentarse respecto a figuras, aspectos y cosas del pasado nuestro.

Por mano suya sabemos desde el aspecto de la Plaza Matriz cuando se juró la Constitución el 18 de julio de 1830, hasta los pequeños sucesos capitalinos, pasando por lo que pueda interesar en las dos primeras presidencias, el Sitio de Montevideo — ampliamente ilustrado en todos sus aspectos — y los períodos subsiguientes. Además, es autor de un notable diario de viaje al Durazno en el año 1839 y otros de menor cuantía, en que anota sus visitas a Buenos Aires y a San Fernando (R. A), en 1852, al departamento de Florida en 1855 y a San José el año siguiente.

Asimismo se conservan gracias al lápiz de Besnes, los rasgos fisonómicos de cierto número de próceres y de personas destacadas de las primeras épocas patrias.

Como nada debía escapar a sus actividades plásticas, ni siquiera falta en la obra de Besnes e Irigoyen labor de escultor, conforme lo certifican los mármoles tumbales existentes en el Cementerio Central.

Atacado de una violenta pleuresía en el invierno de 1865, falleció el 21 de agosto en una casa de su propiedad, que todavía, con un piso alto añadido, se conserva más o menos como era entonces en la calle Reconquista casi esquina Ituzaingó y señalada en su época con el número 176.

Puede verse para ampliación de noticias: J. M. Fernández Saldaña. “El dibujante J. M. Besnes e Irigoyen”, 54 páginas. Montevideo, 1919, inserto también en la revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, y en la misma, un estudio de Horacio Arredondo con muchas ilustraciones.


BETANCUR, NORBERTO

Sacerdote, de los primeros uruguayos formados en Roma.

Nacido en Canelones el 6 de junio de 1841, hizo parte del grupo de seis seminaristas compatriotas que por su contracción y lo aventajados en el estudio, el Provisor Eclesiástico Vera envió en el año 1863 a formarse en el Colegio de Santa Fe, en la República Argentina.

En octubre de 1869 partió para Europa conjuntamente con Monseñor Vera a completar sus conocimientos en el Colegio Pío Latino-Americano de Roma. Interno en el establecimiento, Betancur hizo tres años de carrera, dejando buen recuerdo de su paso.

De regreso en el país, logró un puesto espectable entre el clero de

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