Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/218

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Los conocimientos adquiridos en la Academia a base de mucho dibujo sobre todo, habilitaron a Nicanor Blanes para ensayar lo mismo la pintura que la escultura, pero después de varios tanteos en los dos géneros se decidió por los pinceles.

Una tela de respetable tamaño que se conserva en el Museo Histórico de Buenos Aires, titulada “Conducción de los restos del general Lavalle por la Quebrada de Humahuaca”, es la mejor y más acabada muestra de la capacidad artística de Nicanor Blanes, que pudo con felicidad las grandes dificultades del tema, pintando un cuadro de hermoso colorido, con bien estudiadas figuras y pleno dominio de los árduos problemas de perspectiva que planteaba el episodio desarrollado en la majestad del paisaje andino.

Certificadas así las condiciones del artista, es preciso inferir que esa esterilidad en que se consumió su vida, ese su desgano permanente, atormentado por complejos problemas interiores que absorbían sus largas horas de mutismo, eran síntomas de malestares psíquicos, obstáculo para toda labor donde se necesitase confianza en sí mismo y mantenido espíritu de lucha.

“El fusilamiento del coronel Dorrego”, cuadro de historia argentina que se proponía pintar, quedó en un boceto bien documentado y muy concluído, y aparte de esa tentativa de aliento, sólo puso manos en algún retrato o en labor pequeña que en ocasiones pecaba de trivial, paisajes, tipos criollos, escenas familiares, que firmaba con la palabra Yo.

Cuenta entre sus obras, también, un ensayo de escultura representativa del cacique charrúa Zapicán, trabajado en Florencia, que últimamente se pasó a bronce y luce en un paseo público de la capital.

Agudizada la neurastenia por disgustos de orden íntimo, cuyos primeros síntomas se presentaron en Italia en época que todavía estudiaba, y sin que le valiesen los viajes emprendidos a manera de terapéutica, concluyó Nicanor Blanes por atentar contra su vida a principios de 1895, según todo permite suponerlo. Después de una carta escrita a su padre desde Italia noticiándole su próximo regreso a Montevideo, desapareció antes de embarcarse y nunca se pudo saber cuál fué su fin.

El anciano Maestro, en el último extremo de la vejez, pasó años en Europa dedicado a su búsqueda en pesquisas desesperadas e inútiles, muriendo con el desconsuelo del misterio.


BLANES VIALE, PEDRO

En la ciudad de Mercedes, capital del departamento de Soriano, hijo de un médico español y de madre uruguaya, nació Pedro Blanes Viale, el 19 de mayo de 1879.

Siendo niño escolar, en Montevideo, ha demostrado notable facilidad para el dibujo, por cuya ra-

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