Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/229

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so fué impreso en París en 1863 y está dedicado al Vizconde de Mauá.

Publicó además en 1872, por la Imprenta Italiana de su propiedad, en Montevideo, una “Relación explicativa y justificativa de la catástrofe del vapor “América”.

El “Viaje descriptivo de Montevideo a Valparaíso”, se editó en Santiago de Chile en 1874, y la “Exploración de la Tierra del Fuego” con el “Charrúa”, en Montevideo, en 1882.


BRAGA, JUAN MARÍA

Militar, cuyo hombre ha pasado a la historia por las condenables y trágicas condiciones en que perdió la vida, fusilado sin forma de proceso legal después de la toma de Paysandú, junto con el bravo general Leandro Gómez, su jefe.

Había visto la primera luz en Montevideo, el 22 de agosto de 1825, yendo más tarde a Buenos Aires donde recibió regular instrucción. Vuelto a la República fué a establecerse en el pueblo de Porongos, en 1847, con casa de comercio, estuvo enrolado en la Guardia Nacional y de allí se trasladó en 1851 con idénticas actividades a Mercedes, donde fué elegido Alcalde Ordinario en 1857.

En el gobierno de Berro se le designó Jefe Político del departamento de Soriano e hizo una buena administración promulgando varias ordenanzas sobre régimen y vigilancia de los intereses de la campaña.

Alterado el orden por la invasión revolucionaria de Flores pasó a ser comandante militar y jefe de la Guardia Nacional, obteniendo despachos de teniente coronel de milicias, el 8 de abril de 1864.

Ei poderío creciente del movimiento florista obligó al gobierno a evacuar la plaza de Mercedes, cuya guarnición, al mando del coronel Jeremías Olivera, se dividió en dos partes, una que marchó a Paysandú a órdenes de Braga y la otra, que atravesando el Uruguay, buscó asilo en la provincia de Entre Ríos.

Braga, que durante su mando militar en Mercedes se había malquistado con la mayor parte de los oficiales, repitiéndose así el caso tan corriente entre nosotros de que los jefes de Guardia Nacional son los menos aptos para hacerse querer de los subalternos, pues no estando acostumbrados a obedecer no saben naturalmente mandar, poca ayuda podía aportar a Leandro Gómez.

Por tal razón, el comandante general del Litoral, coronel Dionisio Trillo, ofició al comandante Tomás Pérez, que estaba en Gualeguay con el remanente de la División Soriano, a fin de que repasando el río fuese a reunirse en Paysandú con sus compañeros. Pero los oficiales emigrados le declararon a Pérez del modo más formal, que estaban dispuestos a mendigar en el extranjero antes que consentir en ponerse de nuevo a las órdenes de Braga. (Papeles del Ministerio de Guerra. — Setiembre de 1864, — Archivo General de la Nación).

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