Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/263

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Era Inspector de Resguardos, nombrado por el presidente Giró el 5 de mayo de 1832, cuando el presidente, coronel Venancio Flores, lo llamó a ocupar la cartera de Hacienda, con retención del empleo que venía desempeñando (15 de marzo de 1854).

Breve fué su pasaje por el gabinete, pues el 30 del propio mes hizo dimisión del cargo, sustituyéndole Manuel Acosta y Lara.

En enero de 1858, el gobierno de Pereira lo separó de su empleo en el Resguardo a causa de su afiliación partidaria.

Diputado por Canelones en la 10ª legislatura y presidente de la misma cámara, no terminó su período, pues considerándosele inmiscuído en la revolución del general Caraballo en 1869, fué exonerado de su mandato junto con otros varios colegas.

Desde entonces, vuelto al comercio asociado a sus hijos, no tuvo figuración política, falleciendo en la capital, víctima de un ataque repentino, el 13 de febrero de 1871.


CABRERA, ANDRES

Canario, natural de la isla de Lanzarote, nacido en 1816, marinero de profesión, que asesinó de una puñalada por la espalda al redactor de “El Comercio del Plata”, doctor Florencio Varela, durante el sitio de Montevideo, en la calle Misiones, la noche del 20 de marzo de 1848.

Sindicado como autor del crimen, recién pudo ser aprehendido en el puerto del Buceo el 9 de setiembre de 1851, a bordo de la goleta sarda “La Ninfa”, cuando estaba a punto de ausentarse para Buenos Aires con su mujer y una hija.

Sometido a la justicia ordinaria, a la negativa de sus primeras declaraciones siguió más tarde la confesión amplia, conforme a la cual había procedido según las instrucciones que le dieron personas del campo sitiador del Cerrito, — cuyos nombres citó — por miedo a lo que podría suceder a él y a su familia, si no cumplía las órdenes. La sentencia de primera instancia, conforme con el veredicto del Jurado, que declaraba estar probado que había espiado y esperado al Dr. Varela y que lo había asesinado por mandato del general Manuel Oribe, jefe de las fuerzas sitiadoras de Montevideo en aquella época, condenó a Cabrera a la pena de muerte, con calidad de aleve, La sentencia de 2ª instancia, junio de 1854, confirmatoria, de la anterior, disponía también que se procediera “a formar causa al brigadier general Dn. Manuel Oribe y demás que aparecen complicados”. Apelado este fallo, el proceso se paralizó sin resolución ulterior que causara estado y sin que hubiesen sido llamados a declarar ni Oribe ni ninguno de los mencionados en autos.

Cabrera, después de haber permanecido en la cárcel cuando menos hasta 1865, falleció en Montevideo el 9 de julio de 1866.

Las actuaciones procesales, que se tuvieron por perdidas durante mucho tiempo, presumiéndose qué se

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