titud contraria a las ordenanzas, lo había radiado de los cuadros del ejército con fecha 28 de noviembre.
Por esta lamentable circunstancia, la muerte vino a alcanzar como simple ciudadano al veterano militar, victimado por la rotura de una aneurisma el 25 de julio de 1874, en Montevideo, aniversario precisamente del combate de Cañas de Vera en 1883, donde tan bien se había portado.
CARABALLO, MANUEL
General del Ejército Nacional, que tuvo asimismo movida figuración militar con el grado de coronel en la República Argentina, donde vivió por largos años casi siempre al lado de Urquiza.
Hermano del general Francisco Caraballo, había nacido en el departamento de Canelones, aunque es corriente la creencia de que tanto uno como el otro eran oriundos de Paysandú.
Empezó la carrera de armas, que iba a servir más de setenta años, como soldado raso en el cuerpo de Dragones Orientales, en 1830. Estando a los datos que él mismo declaró ante las autoridades competentes del ejército o sea el Estado Mayor General, sus promociones hasta 1841 fueron como sigue: alférez y teniente 2° de guardias nacionales el año 1836 y sargento mayor en 1841. Sin embargo, en lo que a este último ascenso se refiere, los papeles correspondientes nos muestran que el 21 de noviembre de 1842 fué promovido a sargento mayor siendo capitán, “en virtud de haber sido conductor del pliego donde se comunica un triunfo sobre los enemigos”.
En la llamada revolución “constitucional” de 1836 a 1838, Caraballo estuvo a las órdenes del general rebelde Fructuoso Rivera y después del triunfo de éste y de nuevo en campaña contra las fuerzas que respondían a Juan Manuel de Rosas, lo encontramos como teniente 1° en el 2° escuadrón de Milicias en junio de 1839 y en los primeros meses de 1840; y en junio de este mismo año en el escuadrón N° 1.
A raíz del desastre del ejército nacional en Arroyo Grande en diciembre de 1842, formó en los ejércitos de campaña que organizó el gobierno de Montevideo. Se halló en la derrota de India Muerta, de donde pasó al Brasil y volvió al país por la provincia de Corrientes a fines de 1845.
A órdenes de Garibaldi en la jornada de San Antonio el 8 de febrero de 1846, recibió una herida en la cara. Poco más tarde se halló en el combate de Daymán como jefe de caballería, siendo de nuevo herido en el rostro. Después de la toma del Salto por el general Servando Gómez el 6 de enero del 47, cuando el barco en que escapaba aguas abajo fué fondeado a cañonazos, salió a nado a la costa entrerriana de Concordia, pero lo hicieron prisio-
