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dos del Superior Tribunal de Justicia, 1863, y algunos trabajos menores.

Fué también asiduo colaborador del Boletín de nuestra Asociación Rural y de los Anales de la Sociedad Rural Argentina.

Sin fortuna particular ni capacidad para hombre de negocios, decepcionado por no hallar en los poderes públicos la protección que merecían sus trabajos, y quebrantado por los años, Caravia puso fín a su existencia el 27 de julio de 1873.

El último tomo de su colección legislativa, que llega hasta el mes de mayo inclusive del 73, mes y medio antes de su terrible resolución, prueba en forma concluyente que el espíritu de labor lo animó hasta el último momento y que se entregó sólo en un arrebato fatal.

Legó sus libros y sus manuscritos inéditos a la Asociación Rural del Uruguay, de la que había sido uno de sus fundadores, la cual hizo editar a su costa el “Manual Práctico del Cultivador americano”.


CARAVIA, BERNABÉ Antonio

Hombre político, magistrado y jurisconsulto, hijo de Juan Caravia de la Isla, asturiano radicado en Montevideo alrededor de 1800, vió luz en el llamado “Cordón” de la misma ciudad, el 4 de junio de 1808. Luego de frecuentar los buenos colegios de la capital, hizo estudios de derecho en Buenos Aires.

Figuró entre los ciudadanos que siguieron la política del general Manuel Oribe, a cuyo lado actuó durante el Sitio de Montevideo, y en el campo del Cerrito integró el Poder Judicial que allí funcionaba, en Carácter de fiscal. Al restablecerse la normalidad constitucional después del pacto de 8 de octubre, ingresó a la cámara de diputados, electo por el departamento de Canelones, cargo del que hizo renuncia para aceptar el puesto de Fiscal General del Estado, que se le daba por el presidente Giró con fecha 30 de marzo de 1852. El Triunvirato lo removió por resolución del 19 de octubre de 1853 a título de “resistir y protestar las providencias del gobierno” y le dió como reemplazante al doctor Emeterio Regúnaga. Pocos días más tarde, el 23 de noviembre, la policía le entregaba su pasaporte intimándole que abandonara la capital.

Diputado por Florida en la 8ª legislatura, renunció su banca cuendo , la Asamblea General lo designó, el 12 de mayo de 1858, juntamente con el Dr. Manuel Herrera y Obes, miembro del Superior Tribunal de Justicia, del que fué después camarista decano, El mismo año integró como vocal la Comisión Mixta encargada de entender en las reclamaciones anglo-francesas, sin perjuicio del alto cargo que desempeñaba y en el cual continuó prestando servicios durante las administraciones de Berro y de Aguirre, hasta que los poderes públicos fueron abatidos cuando la revolución colorada del

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