Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/325

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

deo en tiempos de la dominación portuguesa, expresamente elegido por el Dr. Thompson, filántropo inglés propagador incansable de los métodos pedagógicos de su compatriota Lancaster, para ponerse al frente de la primera escuela de ese género que iba a abrirse en la entonces Provincia Cisplatina.

Para esto ya se había preparado el terreno, pues Larrañaga y el gobernador Lecor tenían formada la Sociedad Lancasteriana que prestigiase la obra de la escuela en proyecto, la cual estuvo en condiciones de funcionar en 1821.

La elección de Catalá para dirigir el colegio, por donde pasarían muchos de los hombres más distinguidos del país, fué un verdadero acierto en todo sentido. Ilustrado, recto y bondadoso a la vez, no sólo estructuró el reglamento de la escuela Montevideana, sino que introduciendo reformas al método oficial, suprimió los castigos afrentosos, buscando hacer del colegio un recinto simpático antes que un lugar de oprobio o de ridículo, según anota Orestes Araújo. Asimismo, introdujo los carteles murales para enseñar a leer, innovación bien llamada de jondo y publicó un excelente compendio de gramática en 1822.

Gracias al sólido prestigio de Catalá, el sistema lancasteriano o mutuo tuvo vigencia oficial hasta el año1840.

Trabada la última guerra de emancipación, los brasileños prendieron a Catalá, sospechoso de patriota, y éste, apenas pudo verse libre, pasó al campo independiente.

La Asamblea Nacional que funcionaba en San José, promulgó una ley el 9 de febrero de 1828, ordenando que se establecieran escuelas de primeras letras regidas por el sistema mutuo en todos los pueblos de la provincia y con idéntica fecha nombró a Catalá como director general de ellas.

Más tarde, mudando de actividades, ingresó en la administración pública en calidad de Receptor de Aduanas de Paysandú y de este cargo fué transferido al de Receptor Principal del Salto el 9 de enero de 1833.

Su permanencia en el alto litoral se prolongó hasta la invasión de las fuerzas de Oribe a fines de 1842, y mientras estuvo en aquellas dos alejadas villas preocupóse con interés por cuestiones agrícolas, propagandista del cultivo de los gusanos de seda, a cuyos efectos hizo plantíos de morera.

Reconcentrado en la capital, pues pertenecía al bando contrario al invasor, sólo alcanzó a vivir dos años dentro del recinto de la Nueva Troya, donde o a hallarlo la muerte 22 de setiembre de 1844.


CAVIA, PEDRO Feliciano de

Político, periodista y funcionario, nacido en Buenos Aires el 20 de octubre de 1876.

Doctor por la Universidad de Cór-

— 325 —