Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/328

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

dos en el Panteón Nacional, disfrutando de honor tan insigne por mera disposición abusiva de la Junta Municipal, que en aquella época intervino como única autoridad. en cuestiones tan delicadas como la de estos homenajes póstumos.


CIBILS, JAIME

Hombre de negocios, cuya acción progresista y emprendedora estuvo siempre a servicio del país, al cual vino joven, para arraigar con extensa raíz y vivir toda su vida.

Nativo de San Feliu de Gixels, Cataluña, donde vió la primera luz, paso a Marsella, donde concluyo de educarse, y luego embarco para la República en 1831, a bordo del mismo velero en que regresaba a su patria Lorenzo Batlle, futuro personaje político, con el cual siempre mantuvo la cordial amistad principiada en la travesía oceánica.

Venía recomendado a la casa de Félix Buxareo, a cuyo amparo se formó con éxito en actividades de comercio, casándose luego con una hija de su principal, uno de los hombres más ricos de la época.

Activo, inteligente, con una tenacidad de hierro, se destacó como fuerte armador, dueño de dos o tres fragatas y otros buques menores que enarbolaban bandera nacional, con los cuales hacia comercio directo con Europa, Cuba y el Brasil, intercambiando los productos del saladero de Punta de Lobos, que estableció en la costa del Cerro de Montevideo.

Fundador y principal accionista del Banco Comercial, en 1857, presidió varias veces su Directorio.

Junto con Juan D. Jackson, su yerno, emprendió la obra de construcción de un gran dique seco abierto en piedra viva junto al saladero del Cerro. Establecimiento a la altura de los europeos el dique Cibils-Jackson, que entró a servicio en octubre de 1879, fué por largos años el más grande y acreditado de Sud América, y en 1911, adquirido por el Estado, paso a llamarse Arsenal de Marina y Dique Nacional.

Deseoso de contribuir a los adelantos de la capital, encargó al ingeniero Capurro la construcción del teatro que se denominaría ”Cibils”, hermoso coliseo que abrió sus puertas el 9 de abril de 1871. Edificado en la calle Ituzaingó, frente a la casa-habitacion de su dueño, se invirtieron en la construcción del teatro arriba de sesenta mil pesos oro y las llamás lo devoraron la noche del 19 de julio de 1911, en horas en que ya había concluído la representación.

Jaime Cibils, cuya exterioridad física escueta, con ojos claros transparentes y mentón imperativo, le prestaba cierto aire de capitán de alto bordo, falleció en Montevideo el 8 de setiembre de 1888, luego de una existencia plena de alternativas.

— 328 —