Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/361

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

versos escritorios. Tenedor de libros y contador tesorero en el Banco Comercial de Paysandú, fusionado éste con el viejo Banco Italiano de Montevideo, Cuestas pasó a ponerse al frente de la sucursal en Melo.

Al liquidar el Banco en quiebra, Duncan Stewart, Ministro de Hacienda del gobierno del general Batlle, conocedor de las dotes de oficinista y hombre ordenado que concurrían en Cuestas, lo hizo Receptor de Aduana en el Salto y después se le promovió a Vista de Aduana en Montevideo.

En 1869 se ocupaba de negocios particulares y ejercía funciones de rematador, cuando fué designado Contador Tesorero de la Junta de Crédito Público,

Diez años estuvo en ese cargo poniendo de manifiesto las buenas condiciones de administrador, que el dictador coronel Latorre quiso aprovechar llegado el momento de reorganizarse las oficinas de impuestos y lo nombró jefe de la Sección Transferencias. Colector interino de Aduana en agosto de 1879, manteniendo su empleo en Crédito Público y Transferencias, empeñóse en una tarea de reajuste, poniendo los libros al día y exigiendo a los empleados que llenaran cumplidamente sus obligaciones

En 1880, el presidente Dr. Francisco A. Vidal lo llamó al Ministerio de Hacienda en sustitución de Peñalva. Era difícil hallar secretarios de Estado capaces de aceptar, en resignada unión con el Presidente, la prepotencia cada día mayor del coronel Máximo Santos, Ministro de Guerra y Marina; pero Cuestas, llevado al Ministerio — según propia declaración — “por el coronel”, estaba en una situación particular. De este modo, fué el único ministro que acompañó a Santos a firmar el inícuo atentado contra la libertad de imprenta que configuraba el decreto de 28 de mayo de 1881, después de haber presenciado desde su alto cargo, sin inmutarse, ocho días antes, los asaltos a las imprentas de los diarios opositores preparados y llevados a cabo por la misma policía.

Sustituído el Dr. Vidal por el propio general Santos en la presidencia, éste conservó a Cuestas en su ministerio hasta que pasó “al retiro de su hogar” en octubre de 1882, para volver al gabinete, donde se le confiaba la cartera de Justicia, Culto e Instrucción Pública que venía de crearse recién, el 3 de junio.

Una memorable y tempestuosa gestión lo esperaba en el desempeño de la nueva secretaría. Al conflicto con la Universidad, culminado con la renuncia del Rector, Dr. José Pedro Ramírez y todo el Consejo Universitario, siguieron los debates a que dió motivo la institución del matrimonio civil obligatorio, primero, y la ley de conventos, después. Las hostilidades entre el gobierno y los elementos clericales revistieron caracteres de verdadera violencia y Cuestas respondió a las belicosas arengas lanzadas desde el púlpito

— 361 —