Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/393

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liano, turinés, y María Luisa Gómez, de Buenos Aires,

Su primer oficio o sea el de tipógrafo, ejercido hasta el año 1829, le permitió iniciarse en funciones periodísticas entrando a la redacción por la puerta del taller.

Veterano de nuestra prensa, director de “El Censor”, papel político aparecido en la capital el 28 de junio de 1839, y antes, en 1831, redactor de “El Rayo”, tiene De María el mérito de haber sido fundador y director del primer periódico de la ciudad argentina de Gualeguaychú, titulado “El Progreso de Entre Ríos”, como se verá más adelante.

Vinculado políticamente al general Fructuoso Rivera, fué principal redactor de “El Constitucional”, que se publicó de 1838 a 1847.

Al mismo tiempo que combatía a Oribe con la pluma, el periodista era soldado, revistando en la 1ª compañía de Impresores del Batallón Pasivo con grado de teniente 1°.

Cuando en 1849 el general Justo José de Urquiza adquirió en Montevideo dos imprentas para destinarlas a Entre Ríos, la que correspondía a Gualeguaychú fué confiada a Isidoro De María, que con su familia pasó a residir en esa población, y el 5 de mayo del 49 aparecía “El Progreso de Entre Ríos”, el cual, a poco de cumplir dos años cambió de nombre a raíz del pronunciamiento de Urquiza contra Rosas, llamándose desde agosto de 1851 “El Federal Entrerriano”, Cesó éste en octubre del 52 y por la misma imprenta, que se denominaba Imprenta de Gualeguaychú, salió “El Eco del Litoral”, en noviembre del mencionado año.

En 1852 De María tuvo destino de vice cónsul del Uruguay en Gualeguaychú y durante un corto período sus funciones se extendieron a Cónsul General en Entre Ríos.

En 1856 — por setiembre — desaparecido “El Eco”, lo sustituyó “El Mercantil”, en cuyas columnas, bajo los auspicios de De María, inicióse en lides de prensa el poeta Olegario Andrade.

Funcionario de la provincia en algún momento, fué Vista de 2ª clase del resguardo de la Aduana local y más tarde Inspector de Escuelas.

Alegando esta prestación de servicios en el extranjero para ocultar la verdadera causa del decreto, que no era otra que la de figurar en la redacción de un periódico donde solía criticarse la marcha del gobierno de Pereira, fué exonerado del cargo consular con fecha 9 de julio de 1858, dándosele por reemplazante al ciudadano Eleuterio Gadea. Entonces regresó a la República para ocuparse de tareas pedagógicas y periodísticas, mientras sus dos hijos continuaban con la imprenta en Gualeguaychú.

Redactor de “La Prensa Oriental” — 1861-62 — de “El Orden”, en 1868, lo fué asimismo un tiempo de “El Ferro-Carril”,

Integrante de la Comisión de Instrucción Pública en 1860, el cambio que se operó en la política con el

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