El 27 de setiembre de 1827 entró a servir en el ejército de las Provincias Unidas, como alférez 2° del primer Regimiento de Caballería de línea en operaciones contra el Imperio del Brasil, aunque no llegó a incorporarse a dicho cuerpo, pues con fecha 10 de noviembre se dispuso que fuese a prestar servicios como ayudante del coronel Félix Olazábal al Puerto del Salado, debiendo pasar revista en la Plana Mayor del Ejército.
En 1828, declarado inútil para el servicio por su débil complexión, mientras él estaba dispuesto a ser soldado de cualquier manera, Se transó con un cambio de arma, pasando a un regimiento de infantería, el número 4, de guarnición en la capital, en junio del mismo año.
Vuelto a la patria a fines de 1828, con destino en el batallón 5° de cazadores desde el 23 de setiembre, se concertó en seguida la paz de octubre y hubo de regresar a la República Argentina.
Ascendido a teniente 2° el 6 de febrero de 1829, hizo las campañas de Córdoba a órdenes del general Paz en 1829, para estar de vuelta en Buenos Aires en noviembre de ese año.
En el movimiento revolucionario producido el año siguiente contra el gobierno del general Balcarce, tuvo el mando accidental de su unidad, confiriéndosele el grado de teniente coronel el 26 de octubre de 1833.
Nuevamente en la patria a fines del 33, solicitó y obtuvo la absoluta separación del servicio con fecha 14 de enero de 1835, dedicándose por dos años a ilustrarse en materias facultativas de su carrera y al estudio del francés.
El 6 de cctubre de 1832 ingresó César Díaz en las filas del ejército nacional como teniente coronel graduado, y en el puesto de Oficial 1° del Ministerio de Guerra y Marina que se le dió en noviembre del mismo año, prestó servicios hasta el 9 de marzo de 1839, fecha en que marchó a reunirse a las fuerzas que se estaban preparando en Durazno para abrir operaciones contra el tirano Rosas.
La invasión de Echagüe, torciendo el rumbo de las cosas, lo obligó a retornar a Montevideo, a fin de organizar el batallón de guardias nacionales “Milicia Activa de Infantería de la Capital”, en calidad de 2° jefe.
Agregado más tarde al Estado Mayor redactó un reglamento para el ejercicio y maniobra de la caballería ligera, el cual. aprobado e impreso, sirvió a los cazadores del ejército de la Defensa, rigiendo asimismo en el ejército argentino.
En 1841 tuvo otra vez la 2° jefatura del Batallón de Guardias Nacionales, que había vuelto a organizar.
En marzo de 1842 fué autorizado para incorporarse en Corrientes al ejército del general Paz. Este, aunque vencedor en Caaguazú, no se creyó en condiciones de enfrentar a los ejércitos de Rosas y frustrada de tal modo la campaña, Díaz, que des-
