Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/415

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cargo del que hizo renuncia cuando el 24 de febrero de 1894 fué designado Ministro Plenipotenciario en Italia, Alemania y Austria Hungría. No estuvo en su nuevo destino sino poco tiempo, porque abandonándolo, con omisión de elementales normas administrativas, vino a Montevideo sin haber solicitado licencia, a los cuatro meses, El gobierno, con previa venia senaturial, lo separó del puesto el 14 de julio del mismo año. Díaz, explicando las cosas a su modo, hizo publicar un folleto con el título de “Mi vuelta de Roma”,

Desde ese momento las aficiones literarias y periodísticas absorbieron casi por completo las actividades inteligentes del ex-ministro, hasta el día en que por su participación en un suceso de sangre de contornos sensacionales conocido por la Tragedia del Prado, el Dr. Díaz vióse procesado por homicidio. La causa no llegó a sentenciarse sin embargo: Tax, cuya vida demasiado intensa de hombre del gran mundo venía comprometiendo su salud de tiempo atrás, tuvo que ser recluido en un sanatorio, y allí falleció de una hemorragia cerebral el 18 de agosto de 1918.

Una cantidad de “Humoradas” y artículos periodísticos del Dr. Teófilo Díaz, donde está de manifiesto un espíritu vivaz, ingenioso y desenfadado, hállanse seleccionados bajo los títulos de “Entreactos de la Vida Oficial”, “Desfile de impresiones”, “Noches de Arte” y otros.


DÍAZ Y GARCÍA, MARCELINO

Hombre de empresa, por cuya iniciativa decisiva y entusiasta, corresponde a Montevideo el honor de haber sido la primera ciudad de Sud América que conoció el alumbrado público a luz eléctrica, como igualmente le debe la implantación de su primera red telefónica.

Español, nacido en 1848, vino a la República en 1871. Aquí se nacionalizó uruguayo al año siguiente y al poco tiempo recibióse de escribano público ejerciendo la profesión con evidente provecho mientras ramificaba sus actividades en varios negocios y empresas, entre ellos la concesión del Mercado Central.

Su espíritu inquieto y emprendedor y la comunidad de patria, lo vincularon al Dr. Emilio Reus en la época de la actuación meteórica de este hombre de negocios en el mundo de nuestras finanzas. Como una inclinación natural lo había llevado siempre hacia las ciencias físicas y se interesaba con curiosidad por los inventos modernos, Díaz y García hallóse en buenas condiciones para planear las empresas de especial carácter que absorbieron sus energías y concluyeron por llevarlo a la ruina, que es el premio reservado hasta ahora y por lo general, a todos los pioners del progreso.

Proyectada la empresa de la iluminación por el modernísimo sistema de electricidad, organizó el ani-

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