Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/441

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

yas actividades estuvieron muy limitadas.

Después de la caída del gobierno blanco de Aguirre en 1865, Errausquin fué dado de baja del ejército, pero se le reincorporó en febrero de 1867.

A la hora de los graves sucesos de febrero de 1868, quedó radiado de los cuadros militares al mismo tiempo que todos los jefes y oficiales del Partido Blanco, hasta que, en el mes de agosto del mismo año, un decreto de amnistía puso fin a una situación injusta, producto de una resolución desatentada.

Desde esa fecha no tuvo Errausquin destino activo en el ejército, pero siguió en permanente militancia política, participando en las tareas de reorganización de su partido, como miembro y presidente de la comisión departamental nacionalista de Montevideo.

Falleció el 1° de diciembre de 1888, revistando en la Plana Mayor Pasiva.


ERRAZQUIN, MANUEL José

Ministro, legislador, Secretario de la Constituyente del año 30 y hombre político,

Nació en Montevideo el 4 de junio de 1801, hijo de Pedro José Errazquin, natural de Navarra, y de Josefa Larrañaga, hermana del Vicario del mismo apellido.

Desempeñó la secretaría de la Asamblea, entrando en funciones el 31 de julio de 1829, en tareas compartidas con Miguel Antonio Berro,

Ciudadano cuya ilustración sobrepasaba el nivel corriente, fué designado para integrar la Comisión de Biblioteca y Museo creados en setiembre de 1837 y el mismo año resultó electo representante en la 3ª legislatura. Disuelta ésta a la hora del triunfo de Rivera, Errazquin se ausentó para Buenos Aires y hallándose en esta ciudad, en octubre de 1842, se hizo pública una carta dirigida a un hermano suyo donde se vertían severos juicios respecto a los sucesos y los hombres políticos que acompañaban a Oribe, particularizándose con el Dr. Carlos G. Villademoros. Abundaba asimismo en conceptos pesimistas respecto al futuro de la República, “a la cual esperaban males incalculables”, Esta carta causó profundo enojo al general Oribe, el cual, ya vencedor en Arroyo Grande, dirigióse en términos iracundos al coronel Antonio Díaz, que aparecía como ministro suyo en Buenos Aires, diciéndole que no podía tolerar tanta infamia y que. con la correspondiente venia del ilustre restaurador Rosas, pusiera en la cárcel a Errazquin — “dando cuenta” — debiendo procederse de igual modo con todos los que propalasen las mismas ideas “sin la menor consideración hasta resoluciones ulteriores”, Errazquin tuvo tiempo, sin embargo, para escapar, refugiándose en un buque de guerra

— 441 —