tos, en circunstancias que siendo éste oficial subalterno y viéndose con su familia en angustiosa situación económica, Firpi lo proveyó no solamente del pan que amasaba en su casa, sino además, con una pequeña expensa diaria para las necesidades más premiosas.
La gratitud del joven oficial, transformado en personaje en el andar de pocos años, hizo que el amigo Firpi llegara un día a ser proveedor general del pan destinado al ejército y a todas las demás dependencias de la administración pública.
Ganó con este monopolio, que en era época equivalía a la propiedad de un filón, una gran fortuna acrecentada luego en lucrativos negocios, y, familiar en la rueda más próxima al Presidente, se le tuvo con razón por una de las influencias decisivas en el ánimo de Santos.
Cauteloso, como suelen ser los hombres de su raza, Angel Firpi, íntimamente convencido de que la situación política donde figuraba no podría sostenerse siempre, oteó en el porvenir y supo anticiparse a los sucesos. De este modo, cubriendo la retirada, cuando el andamiaje santista empezó a crujir en 1886, Firpi enajenó su gran establecimiento de panificación de la Aguada y realizó sus bienes raíces más valiosos.
En 1888 ausentóse para Italia acompañando a la esposa del desterrado ex-presidente Santos, que junto con sus hijos iba a reunirse con su marido en Europa.
Alguna vez volvió Firpi a Montevideo. por cuestión de intereses, pero fué para regresar en seguida a su país donde había afincado.
Falleció en Milán, el 15 de julio de 1906.
FITZ - PATRICK, JUAN
Fotógrafo inglés, que tanto por su larga y notable actuación profesional como por sus condiciones personales, llegó a ser uno de los más conocidos y estimados fotógrafos de Montevideo.
Nacido en Newask, Inglaterra, el 3 de noviembre de 1847, se educó en Bélgica, pasó más tarde a Estados Unidos y llegó a la República el 19 de febrero de 1868, precisamente cuando mataron a Flores. Ese mismo día estuvo a punto de perecer en la calle, a manos de unos soldados a caballo que lo encontraron — recién desembarcado, con un sombrero que tenía una cinta celeste — y tomaron al inglés por un revolucionario blanco.
Después de algunos años dedicados a tareas particulares de enseñanza en Montevideo y en campaña volvió a su antiguo oficio de fotógrafo como operador en lo de Massoni.
Un tiempo establecido en la Villa de Minas, bajo la razón Fitz-Patrick y Rodríguez, vino de allí como empleado principal de Chute y Brooks, y al fin concluyó por abrir un estu-
