manigua contra la dominación española.
Al inaugurar el coronel Lorenzo Latorre en 1876 su gobierno personal, coronación de todos los atentados y desmanes enraizados en el motín del 15 de enero, Flores le escribió una larga carta abierta, abundante en doctrina y en ejemplos, conjurando al novel dictador a que apelase al sufragio universal, haciendo al país, “como presente de un hombre honesto y patriota, una obra buena y una gran acción”.
Latorre, militar ignorante y avieso, oyó aquellos sanos y elevados consejos sin preocuparse.
Por junio de 1877, se le halla conjuntamente con el Dr. Anacleto Dufort y Alvarez como director de “La Revista Americana” que no tuvo vida larga y el mismo año volvió a sacar a la calle “La Idea” — que tampoco se pudo sostener, en cuya redacción figuraba Bartolomé Mitre y Vedía. El diario sustentaba entonces ideas eleccionistas; creíase próxima una decisión de Latorre en ese sentido, y “La Idea” prestigiaba la ida a las urnas “para moldear en el barro de la dictadura el bronce del derecho y volver al régimen constitucional”.
Durante la presidencia del Dr. F, A. Vidal, en aquel oscuro mes de mayo de 1881 en que fueron asaltadas las imprentas de los diarios independientes, dirigía Flores “El Parlamento”, hoja de oposición por cuyas prensas se tiró el boletín de “La Razón” noticiando los desmanes de las turbas,
Votado representante por el departamento de Flores en 1894, en la 18ª legislatura, sus discursos demasiado largos, ampulosos y llenos de añadidos accidentales, pusieron de manifiesto a un orador de aliento inverosímil, lleno de buenas ideas, atiborrado de todo género de lecturas, pero sin claro sentido de las cosas y sin la capacitación necesaria para darles rumbo.
No fué reelecto y el golpe de Estado de Cuestas, en 1898, lo encontró en la llanura, en la posición indefinida en que generalmente se desarrolló gran parte su vida política, fluctuando entre un coloradismo histórico del que por ley natural no se podía desprender y un principismo extra partidista cuyas excelencias había aprendido en los libros.
Designado para un cargo administrativo que sirvió muchos años, falleció el 11 de marzo de 1913, después de soportar una cruel dolencia, que puso a prueba el temple de espíritu de este hombre honrado y de buenas intenciones.
FLORES, FORTUNATO
General del ejército, varón del brigadier general Venancio Flores, nacido en Montevideo en 1840. Oficial valeroso y capaz, faltábale el sereno juicio necesario para ser heredero del prestigio de su padre, conforme a su edad y a su grado militar correspondían.
Llevado a la Argentina siendo un
