y obtuvo su baja del ejército el 5 de junio de 1880. Permaneció fuera de filas durante el gobierno del general Santos, para reingresar únicamente el 15 de marzo de 1887 — presidencia de Tajes — que lo dió de alta como coronel graduado y luego, al dejar el gobierno, le confirió la efectividad de coronel el 26 de febrero de 1890.
El presidente Herrera y Obes, antiguo secretario del general Flores en la guerra del Paraguay, lo hizo general de brigada el 4 de agosto de 1891 y luego general de división el 17 de febrero de 1894, pero no tuvo actuación pública ninguna.
Formó parte de la Comisión Uruguaya que llevó al Brasil las medallas de la Guerra del Paraguay, y el 25 de agosto de 1891, el presidente Borda le impuso personalmente — como a otros veteranos — la Cruz Nacional de la misma campaña.
Falleció en Montevideo el 14 de julio de 1902, abreviados los días por el desorden de su vida.
FLORES, LORENZO
Coronel del ejército, hecho prisionero y sacrificado en la batalla de India Muería, ganada por el ejército rosista, en 1845.
Natural de Concepción de Penco, en el Reino de Chile, era hijo de Bernardo Flores y de Dolores Vega, ignorándose todavía en que circunstancias llegó a residir en nuestra actual República, habiendo quien supone que pudo ser uno de los antiguos compañeros de José Miguel Carrera, hipótesis bastante razonable.
En 1824 vivía en la jurisdicción de Paysandú, donde en el Campamento de Corumbé contrajo enlace con Petrona Rodríguez, montevideana, hija del coronel de milicias del Departamento, Ramón Santiago Rodríguez, español a servicio de los portugueses.
Dos años más tarde, en setiembre de 1826, se le halla formando parte del Cabildo Municipal del pueblo de Paysandú, y recién en 1839, por primera vez, figura en el escalafón nacional en calidad de agregado al ejército de operaciones, con categoría de coronel graduado.
Concluía de participar en las operaciones contra el ejército rosista invasor que mandaba el general Pascual Echagüe, siendo uno de los vencedores de Cagancha.
Ascendido a coronel en 1840, marchó a la campaña de Entre Ríos en 1842, sirviendo con el general Félix Eduardo Aguiar, y después del desastre de nuestras armas en Arroyo Grande, en diciembre del mismo año, vino incorporado a las tropas en retirada hasta la capital. De aquí, a poco de principiar el Sitio, tornó a ir a campaña a órdenes del general Rivera, bajo cuyo mando debía pelear por última vez el 27 de marzo de 1845, en la infausta jornada de India Muerta, donde mandaba la infantería.
