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El general Justo José de Urquiza, en su parte fechado el mismo día de la batalla en el “Campo de la Victoria” y dirigido a Oribe, dice así: “Entre los prisioneros hay un gran número de titulados jefes y oficiales, contándose entre éstos Eufemio Izaurraga y Flores (el Chileno)”, La confesión del general vencedor, de que lo tenía entre los prisioneros, unida a la circunstancia de que Flores resultó uno de los muertos, prueba de modo cabal que se le ultimó cobardemente después de rendido, victima de la ferocidad implantada como sistema en sus ejércitos por el tirano de Buenos Aires, Juan Manuel Rosas.

Fué el coronel Flores padre del capitán mercante Pedro L. Flores, cuyo nombre está unido a los progresos de la navegación fluvial en el Río de la Plata.


FLORES, MANUEL

Ciudadano de arraigo en el departamento de San José, nacido en la costa del Arroyo Grande, zona de la villa de Trinidad o de los Porongos, que después fué capital del departamento de Flores, al segregarse en el año 1885 aquella región norte del departamento.

Más tarde, la autoridad y posición de su hermano el general Venancio, concluyeron por reflejar en el pacífico hacendado, mezclando su nombre en la política.

Había servido en la milicia en las guerras finales de la independencia y en el 4° escuadrón Trinidad alcanzó a tener grado de capitán de la 2° compañía en 1836.

El 1° de diciembre de 1838 fué nombrado por el general Rivera Juez de Paz de Porongos y prestó servicios militares en la defensa de Montevideo de 1843 a 1851.

Senador por Durazno en 1854 al ser electa la Doble Asamblea, a fines de la administración de Pereira estuvo muy vigilado por las autoridades, sospechoso de andar en manejos revolucionarios, pero el doctor Antonio de las Carreras intercedió en su favor, garantizando su inocencia.

Presente en Montevideo cuando se barajaban nombres de posibles sucesores del dictador, su hermano, que había depuesto el poder político el 15 de febrero de 1868, para dar lugar a la elección constitucional el 1° de marzo, llegó a mencionarse a Manuel Flores como sustituto presuntivo.

Al estallar le revolución del 19 de febrero de ese mismo año 68, encabezada por Bernardo P. Berro y en la cual perdieron la vida éste y el general Flores, el mismo día se designó a Manuel Flores, Comandante General de Armas de la capital.

Sintiéndose atacado por el cólera morbus — que a esas horas flagelaba Montevideo — mientras se hallaba en el Cabildo, allí quedó en asistencia hasta morir el 21, sin haber ejercido, puede decirse, su mandato.

En consideración a los múltiples rumores circulados en aquellos días

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