continuó al servicio del caudillo vencedor, elevado poco después a Presidente de la República, tocándole participar activamente en el intenso período bélico iniciado, casi en seguida, contra el tirano Rosas.
Cuando el 31 de agosto de 1839, vista la necesidad de disponer de una fuerza de caballería de línea para defensa de la capital, decretóse la formación de un escuadrón de esta arma, el coronel Freire fué elegido para su jefe y al mando de esta unidad tomó parte en la jornada de Cagancha el 31 de diciembre, donde el ejército invasor del general argentino Pascual Echagüe fué totalmente derrotado.
Al formarse el 9 de febrero del 43 el regimiento 4° de caballería de línea para aumentar las fuerzas de la capital, Freire recibió la jefatura del nuevo cuerpo.
Incorporado más tarde al ejército de operaciones en campaña, hallóse en la desgraciada batalla de India Muerta, donde combatió en el ala derecha. Esta ala y el centro habían acercado la victoria a las fuerzas de la Nación, pero la izquierda, no pudiendo sostenerse más, provocó la derrota del general Rivera con la espantosa matanza de prisioneros que le siguió, mancha indeleble en la historia del vencedor.
Salvado de la persecución y una vez libre en el Brasil, Freire solicitó indulto a las autoridades oribistas y así que se lo concedieron apresuróse a regresar a la República. Como esa resolución ocultaba otro propósito, tan luego como se presentó el momento escapóse del campo enemigo en el mes de octubre, yendo a reunirse de nuevo con sus compañeros. Los documentos del gobierno del Cerrito y los redactores de “El Defensor” cubrieron de insultos “al vil y desagradecido salvaje unitario”.
Pronto no más y ya sentían los oribistas la actividad del prófugo, pues juntamente con el comandante Brígido Silveira — otro indultado como él y como él vuelto a la pelea — atacó la plaza de Maldonado. La operación, apoyada por fuerzas de desembarco aportadas de Montevideo por el coronel Venancio Flores, tuvo buen éxito; pero cuando intentaron llevar el ataque a San Carlos el 16 de enero de 1846, la suerte les fué adversa quedando prisionero del enemigo el comandante Pantaleón Pérez, jefe de la vanguardia.
De retorno a la capital juntamente con el coronel Flores en un barco de guerra francés aliado, permaneció Freire en Montevideo el resto de la Guerra Grande, desempeñando en ese intervalo diversos cargos, entre los cuales el de Edecán del Gobierno, que se le confirió en 1851.
En la presidencia de Giró tuvo el nombramiento de jefe de la 3ª Sección Militar que comprendía los departamentos de Cerro Largo, Maldonado y Minas, y en 1854, el de Jefe Político de este último.
Promovido a coronel mayor du-
