Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/544

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Perú, Chile y Paraguay. Hombre hecho para la vida diplomática, supo desempeñarse con distinción y en todo momento hizo honor a la República.

Escritor fino, de estilo vivo y correcto, sus campañas americanistas en la prensa francesa fueron eficaces, contribuyendo a un mayor conocimiento y a una mayor comprensión entre países lejanos y desvinculados.

Después de muy prolongada ausencia vino a Montevideo en tren de visita, pero su estada hubo de prolongarse unos años, al cabo de los cuales, luego de publicar algunos trabajos muy secundarios, retornó a Paris con propósito de concluir un estudio histórico sobre su padre, a base del importante archivo documental que conservaba; pero a su edad, la tarea ofrecía dificultades que no podían salvar, ni su habitual confiado optimismo ni la excelente salud de que disfrutó siempre.

A poco de la reinstalación en Francia, la muerte lo vino a buscar, nonagenario, el 13 de enero de 1940. Sus restos fueron repatriados y descansan en el Cementerio Central.


GARZÓN, EUGENIO José


Soldado de la independencia de América, después de haber combatido en su patria a órdenes de Artigas y que llegó al grado de general de la República.

Era nacido en Montevideo el 6 de setiembre de 1796, siendo sus padres Vicente Garzón, español y Antonia López Avellaneda, natural de la ciudad.

El año 11 se presentó voluntario en el campamento artiguista de El Naranjal, costa occidental de Entre Ríos, casi frente a la actual ciudad de Salto, junto con un grupo de compatriotas jóvenes, algunos de los cuales alcanzaron altos grados en el escalafón. Su primer ascenso lo obtuvo el 15 de abril de 1813 y el 1° de agosto del 14, por autoridad de Artigas, se le promovió a teniente 2°.

Mala atmósfera se respiraba por esos días en el campo de los independientes, ahondadas las divergencias entre el Protector de los Pueblos Libres y los políticos centralistas porteños, América, en cambio, ofrecía un hermoso campo de guerra a los soldados en su lucha contra los españoles, todavía muy poderosos en el corazón del continente. En estas circunstancias, cuadrando que el general José Rondeau, a cuyas órdenes había combatido el de la victoria del Cerrito, era jefe del Ejército del Norte de las Provincias Unidas, solicitó Garzón la venia indispensable para servir bajo su mando como lo hicieron varios otros oficiales provinciales. Destinado al Regimiento Nueve se le ascendió a teniente 1° el primero de febrero de 1815 y fué uno de los derrotados en Sipe Sipe el 24 de noviembre del mismo año, jornada en que su regimiento, al mando de Vicente Pagola, oficial

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