preso por los rosistas y ejecutado casi en el acto. De este cruel episodio derivó probablemente su primer distanciamiento serio con el general Oribe, el cual después de la victoria obtenida sobre el ejército nacional en Arroyo Grande, expulsó a Garzón del ejército en una orden terminante y escueta que decía así:
“Cuartel general en marcha a 22 de diciembre de 1842. Por cuanto pasa a la capital del Paraná el general don Eugenio Garzón, separado del Ejército, debiendo salir de él dentro de cuatro horas. Por tanto los Maestros de Postas le auxiliarán hasta su destino. — Manuel Oribe”.
Cuando llegó al Paraná, dirigióse al gobernador de Entre Ríos, general Urquiza, solicitándole un campo donde trabajar, pero éste, citándolo a su vez para su estancia de San José, tuvo una larga conferencia después de la cual, sin clase alguna de mando, vivió Garzón en una hacienda entrerriana hasta el 14 de octubre del 43, en que el Gobernador de Entre Ríos lo designó jefe del Ejército de Reserva de la Provincia. Desde ese instante Garzón penetra en la órbita político - militar del general Justo José de Urquiza, acompañándolo en sus operaciones de guerra contra la provincia de Corrientes y participando a sus órdenes en la sangrienta batalla de Vences, donde el gobernador Madariaga fué vencido, Seguramente su consejo debió influir en el ánimo de Urquiza, induciéndolo o fortaleciendo. su espíritu cuando pensó rebelarse contra Rosas, acaudillando el movimiento que concluiría con el tirano del Río de la Plata.
Pronunciado Urquiza, Garzón, que se había apresurado a dirigirse al Gobierno de Montevideo el 15 de mayo de 1851, reconociéndolo como único y legítimo de la República y ofreciéndole sus servicios, vadeó el Uruguay frente al Salto el 19 de julio, mientras Urquiza lo hacía un poco más al sur en tren de abrir hostilidades contra Oribe, obligándolo a levantar el sitio de Montevideo y privando a Rosas de uno de sus mejores ejércitos. Usaba Garzón el título de General en Jefe del Ejército Auxiliar y a mérito de esa jerarquía dirigió una patriótica proclama en seguida de pisar territorio de la República. Por tres rumbos distintos avanzaban entonces las armas aliadas, pues Caxias con el contingente brasileño había invadido por la frontera de Tacuarembó, Convencido de que cualquier resistencia formal era imposible, Oribe optó por un arreglo, cristalizado en el Tratado de Paz del 8 de octubre de 1851. Garzón, que acampaba en la orilla del Pantanoso, convirtióse en el personaje del momento, lugarteniente inmediato del capitán general Urquiza a quien fueron a cumplimentar desde el anciano general Lavalleja hasta los prohombres y los militares más prestigiosos del bando oribista, Señalado por el caudillo entrerriano como el candidato a ocupar
