Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/569

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ba funciones de secretario del coronel oribista Jaime Montoro, cuando este jefe fué muerto en la toma de Mercedes por el general Rivera el 14 de junio de 1846, y cayó prisionero de los vencedores. Era entonces capitán de guardias nacionales y figuraba como desertor del 4° regimiento.

Devuelto a la libertad fué a avecindarse en el departamento del Salto sin intervenir para nada en política, pero ejerciendo funciones de defensor de pobres y menores, miembro de la Junta Municipal o cargos civiles semejantes de menor cuantía, desvinculado del Partido Blanco desde la muerte de Montoro, a quien había seguido, a lo que parece, por amistad particular.

Adhirió con entusiasmo a la reacción que el pronunciamiento de Urquiza en Entre Ríos despertó en nuestro país, actitud que trajo como consecuencia que se le proclamara y votara como senador por el Salto — candidato de transacción — al reconstituírse los poderes públicos para la 6ª legislatura en 1852, El 26 de setiembre del 53, el gobierno del Triunvirato lo designó Jefe Político y de Policía del mismo departamento y en desempeño de su cargo le tocó improvisar una eventual defensa del Salto contra las fuerzas del capitán Amarilla, que se había alzado en favor del presidente Giró.

Vinculado al solar salteño de un modo efectivo, el 21 de marzo de 1867 el gobernador Flores le confió por segunda vez la Jefatura Política, donde hizo administración honrada y de orden, aunque con algún detalle excesivo.

De la Jefatura vino al Senado en 1868, esta vez como la otra, al restablecerse el orden constitucional con la 10ª legislatura. Presidente del Senado en 1872, al vacar la Presidencia de la República por expiración del término del general Lorenzo Batlle, sin haberse podido realizar nuevos comicios por causa de la guerra civil que conmovía el país desde mediados del 70, Gomensoro, de acuerdo con el mecanismo de la ley, entró al gobierno de la República en ejercicio del Poder Ejecutivo el 1° de Marzo.

Varias tratativas de paz habían fracasado hasta esta fecha y aunque el nuevo magistrado no se opuso abiertamente a nuevas fórmulas de avenimiento, se preparó de un modo ostensible a vigorizar las fuerzas del gobierno, inaugurando otro régimen político. Pero, felizmente, la pacificación de la República pudo lograrse merced a un convenio entre los beligerantes el 6 de abril de 1872. Gomensoro dirigió un año los destinos públicos con su discreción de hombre ecuánime, honesto, práctico y sobre todo muy conocedor de los hombres y de las cosas, aunque en ocasiones estuviese más bien dentro de la realidad que del estricto marco de los principios.

Su candidatura para la presidencia en el cuatrienio 1873-77 no tardó en surgir, auspiciada por votantes colorados y blancos de las fraccio-

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