nes llamadas netas, pero la oposición de colorados principistas y blanco - nacionalistas impidió su triunfo, siendo electo el doctor José E. Ellauri.
Al crearse en 24 de marzo del 74 el puesto de Inspector de Correos, Gomensoro fué designado para ocuparlo y esa designación hecha por Ellauri, su rival en las elecciones, tuvo unánime aplauso, calificada por la prensa como “ejemplarizante lección de democracia”.
Pedro Varela, apenas entronizado en el gobierno por el motín del 75, lo nombró miembro de la Junta de Crédito Público el 3 de febrero y Colector General de Aduanas en el mismo año, destino que continuó sirviendo durante la dictadura del coronel Lorenzo Latorre.
Cuando el diario “El Siglo” lanzó su nombre como candidato a la Presidencia de la República, que debía renovarse el 1° de marzo de 1886, el coronel Máximo Tajes y Juan L. Cuestas, respectivamente Ministros de Guerra y Marina y de Instrucción Pública de Santos, se apersonaron a don Tomás Gomensoro para manifestarle que si deseaba presentar su candidatura debía hacer renuncia de su alto cargo, interesándoles asimismo saber de su boca cual era el fundamento de los rumores que lo daban como mezclado en trabajos revolucionarios, Gomensoro respondió a tan extraños mensajeros diciéndoles que sería jactancia ridícula creerse candidato presidencial. quien no contaba con un solo voto en las cámaras y que en lo tocante a connivencias revolucionarias era cierto que se le había hablado de un puesto en una futura Junta de Gobierno, ofrecimiento que rechazó por ser enemigo de las revueltas. Oídas sus explicaciones, los dos ministros le exigieron una carta de adhesión explícita al general Santos, pero sólo obtuvieron una contestación evasiva.
El 10 de febrero, un decreto seco refrendado por Cuestas lo destituyó del puesto de Tesorero General de la Nación.
Gomensoro decidió ausentarse del país radicando en Buenos Aires, no ajeno a los preparativos de la invasión de marzo del 86, y sin regresar hasta enero del 87, año que se le nombró Tesorero del Banco Nacional.
Dejó su puesto para ingresar al senado en 1888 por los votos del departamento de Soriano, y era presidente del mismo cuerpo al concluir su mandato legal de seis años el 15 de febrero de 1894, cuando la Asamblea General acordó una pensión vitalicia de 4.800 pesos “al benemérito ciudadano”, el 7 de dicho mes.
Candidato a la Presidencia de la República en la elección del 1° de marzo inmediato, para el cuatrienio 94-98, alcanzó a reunir 43 sufragios en la votación inicial, cifra que mantuvo en días sucesivos de la lucha hasta que se eliminó su nombre sustituido por el del general Luis Eduardo Pérez, que tampoco llegó al quórum constitucional, triunfando al
