toria de Caseros, mereciendo ser recomendado por su conducta.
Al caer Giro volvió al país en enero de 1854 y se 1 dió de alta en el ejército como sargento mayor.
Cuando el presidente Flores hizo abandono del gobierno, Gómez, retornando a Entre Ríos donde revistaba como teniente coronel, aparece en 1859 entre los firmantes de la adhesión de jefes militares entrerrianos “Al Gran Urquiza”, el 27 de mayo.
En la campaña de Pavón era ya coronel y Urquiza lo cita en el parte como “su edecán que le dió desde el frente exactos y frecuentes datos de los movimientos del enemigo”.
Protegido del Capitán General, que le encargo de la estancia del Rabón, dejo su servicio en la provincia para ofrecer su espada al general Venancio Flores cuando éste se alzó en armas en 1863. Con esas miras vadeó el Uruguay entre las barras de Arapey e Itacumbú, el 12 de mayo, para incorporarse a las fuerzas de Borges.
Estuvo en Coquimbo y destinado a guarnecer el pueblo de Constitución después del triunfo de Las Cañas, una fuerza de enemigos en retirada al mando del coronel Lucas Píriz, lo sorprendió allí en la noche del 28 de agosto del 83. Gómez y unos treinta y tantos compañeros perdieron la vida, escapando del exterminio solo dos oficiales subalternos, Marcelo López — sobrino y ahijado suyo — y Enrique Muñoz, hermano del después general Melitón Muñoz.
Los restos del coronel Gómez, recogidos en Constitución por su ahijado López, recibieron sepultura en el Panteón de los Servidores de la Patria el 19 de enero de 1867.
GÓMEZ, JOSÉ
Jefe del ejército que actuó en la época santista, el cual, no obstante su colocación secundaria en los cuadros, pasa por haber sido uno de los hombres de más confianza de Santos y una verdadera fuerza — velada — en el clan militar que lo sostenía.
Era español, nacido en Santander el 2 de diciembre de 1854 y este origen montañés desmiente el sobrenombre de “El gallego Gómez”, con que lo apodaron sus compañeros de cuartel.
Dependiente de comercio, cambio de rumbo al sentar plaza de soldado distinguido en el batallón 3° de Cazadores en diciembre de 1872. Sargento 2° en febrero de 1874, fué promovido a subteniente en julio del mismo año.
Unido por estrecha amistad con Máximo Santos, oficial un poco más adelantado que el en la carrera, a quien el destino tenía reservado un porvenir no imaginable, esa amistad valió sustantivamente a Gómez.
Nombrado Santos el 15 de enero de 1875 para comandar el nuevo batallón de Cazadores que se creaba con el numero 5 y autorizado para elegir sus oficiales según lo creyese bien, tuvo entre los primeros y más
