Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/582

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

pera del sacrificado militar, se desvanece sabiendo que se trataba de una persona conocida que quiso llevar a la familia del muerto un recuerdo personal, — corriente en esos tiempos — recuerdo que llegó a destino y que un día, en Buenos Aires, tuvimos ocasión de ver en manos del hijo primogénito de Gómez.

Los despojos mortales del jefe de la Defensa de Paysandú, exhumados en seguida del cementerio local, permanecieron varios años en Concepción del Uruguay, para ser repatriados el año 1884, depositándoselos en el hermoso mausoleo que lo venía esperando desde tiempo atrás en el Cementerio Central de la Capital.

Con este motivo, el gobierno de Santos le decretó honores militares como general de la República, y en el acto de recibir definitiva sepultura, cubría los restos la bandera de Paysandú, que, en 1863, el ministro uruguayo Andrés Lamas había reclamado y obtenido del gobierno del Brasil. Conservada por éste en Buenos Aires, se la confió a tales efectos al historiador compatriota Clemente Fregeiro, el cual le condujo a Montevideo.


GÓMEZ, JUAN CARLOS Santiago

Periodista de superior condición, político, tribuno y hombre de letras, el ideólogo austero por excelencia entre los hombres de su generación.

Hijo de Antonio Cándido Gómes da Silva, portugués venido a la Provincia Oriental con los ejércitos invasores de 1816, en calidad de Comisario de la División de Voluntarios Reales de S. M. F., y de una uruguaya, Petronila de la Sierra, castellanizó su apellido trocándo la s final por una z, por antipatía al Brasil según se ha dicho, mientras sus demás hermanos continuaron usándolo con la grafía lusitana.

Nacido en Montevideo el 25 de julio de 1820, fué estudiante en la Escuela Mercantil, demostrando precoz inteligencia y ganando tempranos premios por sus sobresalientes exámenes.

Su vocación lo orientó hacia los estudios de derecho y cultivador de las letras, se dió a conocer en 1841 con una poesía a la muerte de Adolfo Berro.

Relacionado con Andrés Lamas, José M,. Muñoz, Pacheco y Obes y ciudadanos que dentro del Partido Colorado integraban un conspicuo grupo, su repulsión instintiva y honda hacia los caudillos militares, en el caso particular Fructuoso Rivera, indujo a Gómez a abandonar Montevideo y a sus amigos políticos, cuando se aprestaban febriles, en los terribles días de 1843, a la defensa de la capital.

Defección innegable de la causa, Gómez quiso explicarla aunque sin disculparse, cuando años más tarde escribió a Muñoz: “La presencia de un caudillo de quien era enemigo

— 582 —