importancia, sin igual en latino-américa y en condiciones de comparársele con los europeos. Sirvió de modelo a sus similares de Santiago de Chile y de Buenos Aires y fué objeto de altos elogios de eminentes educadores y pedagogos extranjeros.
Fundación comprensiva de múltiples secciones especiales, la denominada de Historia y Arqueología Nacional adquirió por particular predilección de Gómez Ruano a esta clase de estudios, una importancia grandísima, En tarea de incrementarla y obtener materiales nuevos, el director realizó diversas excursiones de exploración a los paraderos indígenas de Rincón de Guimera, en Soriano, etc.
Bajo su vigilancia competente e inmediata, y con su colaboración personal también, se reprodujeron con máxima exactitud de detalles, en su escala y conforme a una amplia documentación a la vista, casi todas los monumentos y construcciones de la época colonial que con carácter histórico, vinieron luego a ser los primeros de la nación constituida.
Favorecía al Director en su patriótico empeño la posesión del rico archivo gráfico militar que el general, su padre, tenía reunido y del cual, a su falta, él había sido custodia celoso, en ocasiones demasiado celoso también, por exclusivo y por hermético.
No lo alejaron a Gómez Ruano sus tareas diarias de las actividades y cuestiones atinentes a la geografía, habiendo sido uno de los promotores del establecimiento en la República de un servicio meteorológico, para lo cual fué en persona, en 1894, a instalar los pluviómetros en distintas localidades de campaña.
Falleció en Montevideo después de larga dolencia, el 25 de agosto de 1923.
GONZÁLEZ, DOMINGO
Magistrado, jurista y escritor. Nació en Montevideo el 2 de julio de 1837 y después de cursar estudios universitarios obtuvo el título de bachiller en 1857.
Empleado en la administración pública como auxiliar de la Biblioteca Nacional en abril de 1858, pudo con esta ayuda hacer la carrera de derecho, graduándose de doctor en jurisprudencia el 1° de marzo de 1861, Poco más tarde, en marzo del año siguiente, pasó a desempeñar la secretaria de la Comisión dé Salubridad, atendiendo a la vez su estudio de abogado.
Con afiliación en el Partido Blanco, triunfante el movimiento revolucionario colorado del general Flores en 1863, el doctor González dejó su puesto en marzo del mismo año, sin que ello significara tomar militancia política pues tuvo como permanente norma vivir alejado de ella en cuanto le fuera posible.
Concretado a sus asuntos profesionales, rehusó del gobierno de Pedro Varela un cargo de Fiscal y recién
