Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/606

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

Secretario de la Facultad de Derecho, oficial mayor del Ministerio de Guerra y Marina el 31 de mayo de 1873, ingreso luego a la magistratura como Juez Letrado de Comercio.

En el gobierno de Varela aceptó el Juzgado del Crimen de la 2ª Sección en reemplazo del Dr. Domingo Aramburu, (que venía de renunciarlo por mera honradez cívica), lo que provocó el disgusto de sus amigos universitarios que vieron en esto un acto de lamentable debilidad.

Catedrático de Derecho Natural e Internacional en la Universidad el 22 de diciembre de 1884, había desempeñado funciones docentes como profesor de literatura en los cursos gratuitos del Ateneo.

Mas tarde paso a establecerse como abogado en la ciudad de Salto y en la paz de aquellas tibias y hermosas tierras entregóse afanosamente a sus estudios favoritos y condensó una larga labor filológica, etnográfica y geográfico-histórica en un “Vocabulario Rioplatense Razonado”, que vió luz pública impreso en Montevideo en 1889 y del cual existe una segunda edición de 1890.

Inventario de voces y frases usuales en esta región de América, de que no hace mención o las menciona mal o vagamente el diccionario de la Academia Española, el libro de Granada fué recibido con altos elogios por la critica continental y europea y quedó firme que su autor había dado el primer impulso fecundo a los estudios lingüísticos en nuestros países platinos.

Siguió al Vocabulario, publicada en 1896, la “Reseña histórico-descriptiva de antiguas y modernas supersticiones del Río de la Plata”, estudió de materia moderna que tanto favor venía alcanzando en los centros de mayor cultura.

Juntaba, inventariaba y analizaba el Dr. Granada en su nuevo libro “cuantas curiosidades y rarezas halla en el seno de la sociedad actual, ofreciendo a la consideración de los eruditos multitud de pormenores, y digámoslo así, desperdicios en el campo de la observación para la pluma grave del historiador y del sociólogo”.

No fué menor el éxito de este segundo estudió encerrado en un volumen de cerca de setecientas paginas, reveladoras de una labor extraordinaria.

A esta producción, a la que cabe reunir algunos estudios menores insertos en diarios y revistas, podría añadirse — inédito todavía — un libro que lleva por título “Lexicografía y Apuntamientos”, con especial dedicación a los países del Plata, que el Dr. Granada tenía pronto cuando falleció.

Un tardío cuanto raro fenómeno de saudades resurrectas, arrancándolo de todo lo que parecía unirlo al Uruguay, contando hasta la misma gran biblioteca que abandonó, lo había hecho volver a España en 1904,

— 606 —