buena relación que cultivó prolijo con los grandes terratenientes y los hombres de fortuna del país, lo nombró en 1877, miembro del Consejo Consultivo que debía redactar una nueva ley de elecciones y fué senador por el Partido Blanco, votado en el departamento de San José en la legislatura de 1879, que dió investidura constitucional al Gobernador Provisorio.
Sin embargo, su figuración en política fué prácticamente nula, siendo digno de mencionarse, en apoyo de su equidistancia partidista, que no quiso nunca presentar reclamaciones al gobierno por su ministro o consumo de haciendas por los ejércitos contendientes de las guerras civiles, por creer que esas sumas, que pudieron alcanzar a muchísimos miles de pesos, estaban bien empleadas en cuanto a que los soldados, fuesen cuales fuesen sus divisas, eran paisanos que tenían que comer.
Varias veces miembro y presidente de la Comisión Nacional de Caridad, propendió a la obra beneficiente del instituto con múltiples contribuciones y había participado en forma personal en los días oscuros de la fiebre amarilla y del cólera.
Por su iniciativa y a su costo se implantó en el Manga, localidad cercana a la capital, la primera escuela agronómica de la República en un predio de más de quinientas hectáreas, que actualmente lleva su nombre.
Los primeros profesores y el personal que debía formar los planteles de jóvenes criollos preparados para el trabajo rural, que los progresos del país requerían, fueron contratados en Francia.
Católico de acuerdo con la religión de la madre, emparentada con el presbítero Larrañaga, que había sido su padrino y cuyo nombre llevaba Jackson en segundo término, obtuvo para su finado padre, protestante, las licencias que le permitieron tener sepultura adjunta a la capilla gótica de su propiedad particular.
Su tolerancia en materia de religión — sin perjuicio de ser un católico militante que enriqueció al clero con gruesas sumas — la demostró manteniendo en su vasta organización de negocios, cantidad de habilitados y empleados de confesiones disidentes.
Dejó de existir en Montevideo, a los 59 años, el 19 de diciembre de 1892, y descansa en la capilla de la Avenida Larrañaga.
JIMENEZ DE ARÉCHAGA, JUSTINO
Jurisconsulto, profesor y hombre político, nacido en Montevideo en 1850, siendo hijo del coronel Justino Aréchaga, muerto en la batalla de Manantiales, donde mandaba la artillería de los revolucionarios.
Hizo carrera de leyes licenciándose en jurisprudencia en 1873 y al
