Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/668

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Poder Judicial — en un acto inconstitucional evidente — se reponía al Dr. Juanicó, al cabo de cinco años, en el cargo de miembro de la Cámara de Apelaciones para que había sido electo en 1853, pero en el cual había cesado el mismo año. El expresado camarista procedería por su sola cuenta, como un verdadero dictador, a llenar los puestos judiciales que quedaban vacantes y a proveer todo lo que correspondiera a la administración de justicia.

Conservaba su destino de Presi- dente del Tribunal cuando Berro, Presidente de la República, lo designó para entenderse, en nombre del país, con el Ministro argentino Torthon en el conflicto de diciembre de 1863; y al año siguiente, el presidente Aguirre lo eligió, junto con el Dr. Andrés Lamas, para tratar con el enviado especial del Brasil, Consejero Saraiva.

Ninguno de estos cometidos, donde su talento y su tacto quedaron evidenciados, alcanzó sin embargo la resonancia de la misión que le fué encomendada por el presidente Aguirre el 10 de enero de 1865.

Justamente calificada de extraordinaria, esa Misión de primera clase ante los gobiernos de Francia, Inglaterra, Italia y España, tenía por objeto negociar, de cualquiera de aquellas naciones europeas, una garantía de 70 años a favor de la independencia del Uruguay, autorizándose a la nación garante a desembarcar tropas armadas en la República cuando se considerara prudente. No debía usarse sin embargo la palabra protectorado, pues ella despertaría celos entre las potencias,

Llevaba el plenipotenciario un viático de veinte mil pesos fuertes, y lo acompañaban en calidad de secretarios, su hijo Enrique y el Dr. Ildefonso García Lagos, y como adjunto honorario Alfredo Vázquez Acevedo.

Conocido el alcance de la misión y la próxima partida de Juanicó, hubo gran revuelo en los círculos de la oposición al gobierno y una pésima impresión se refleja en la prensa: “En los momentos de peligro — decía “La Reforma Pacífica” — siempre son buenas las misiones y mucho más si ellas son encomendadas a distinguidos patriotas”; y “El Plata”: “Con 20 mil patacones y una misión a Europa se salva el honor y sobre todo la pelleja”.

Los vertiginosos acontecimientos desarrollados en la República no permitieron, sin embargo, que el Dr. Juanicó desempeñara su cometido y casi podría decirse que no alcanzó a iniciarlo regularmente.

El 20 de febrero de 1865 el gobierno blanco de Montevideo capítuió, y el vencedor general Flores, Gobernador Provisorio, puso fin a la famosa misión por un decreto de fecha 27, declarándola sin efecto atento “a que no tenía razón de ser”. Ordenábase asimismo al Ministro y a los demás empleados que le acompañaban, la devolución a la

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