hijo de Domingo Lamas y Francisca Regueira, españoles.
Adherente a la causa americana, después de figurar en las luchas de la emancipación, electo diputado por Montevideo a la Asamblea General que inauguró sus funciones en San José el 24 de noviembre de 1828, aparece como firmante de la Constitución del año XXX.
El 12 de agosto de 1831, en reemplazo de Daniel Vidal, fue nombrado Jefe Político de Montevideo, cargo del que vino a renunciar el 31 de marzo del 35 al iniciarse la administración del general Oribe.
Dedicó entonces sus actividades al giro de una casa de comercio en la calle del Portón Viejo, basta que habiéndose producido el movimiento revolucionario del general Fructuoso Rivera en julio de 1836, abandonó todo para ir a ponerse a sus órdenes, recibiendo el destino de Comisario de Guerra del ejército de operaciones.
Victoriosa la revolución y creada la Intendencia General de Policía el 20 de noviembre de 1838, otro decreto encargaba de ella a Luis Lamas “atendiendo a sus méritos y servicios y en reparación de los agravios y perjuicios que se le habían inferido” por su adhesión a la causa. Cesaba en su anterior destino de Comisario de Guerra y se le confería el empleo de coronel del ejército.
Lamas, que venía a desempeñar -— con más amplitud — funciones semejantes a las de Jefe Político y de Policía de la capital con una dotación anual de cuatro mil pesos, fué nombrado el 14 de enero de 1839 para integrar la Comisión de Censura y Dirección del Teatro.
Abandonó sí puesto en el que había desempeñado gran actividad, proveyendo con acierto en multitud de cuestiones, dando razón y detalle por la imprenta de las cuentas de su ejercicio funcional.
Ausentóse para Río Janeiro en enero de 1843 y permaneció fuera del país una larga temporada. Fu electo senador en el año 1854, cuan do el presidente Flores, al hacerse cargo del Poder Ejecutivo el 1° de marzo, derogó el decreto que había alejado a Lamas del territorio nacional, con la constancia expresa de que la disposición de extrañamiento, que no importaba pena, en nada perjudicaba su fama y buen crédito. La voluntad manifiesta del Presidente de ganar a Lamas para su causa o de neutralizarlo en la oposición tuvo resultados bien escasos, si se considera que cuando los revolucionarios conservadores encabezados por los ciudadanos José Mª Muñoz, Lorenzo Batlle y José Mª Solsona se adueñaron de la capital el 28 de agosto de 1855, la asamblea popular reunida en el Fuerte de Gobierno eligió a Luis Lamas en carácter de Presidente Provisorio de la República. El nombramiento, que debía de durar el tiempo estrictamente necesario para la instalación de un gobierno constitucional, se realizaba ante la doble ausencia de Flores acampado en la Villa de la Unión y del presidente del Senado don Manuel Basílio Bustamante.
El coronel Lorenzo Batlle, desig-
