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de Entre Ríos, donde su amigo el general López Jordán, después de desaparecido violentamente Urquiza, mantenía la provincia en constante intranquilidad.

En estas circunstancias, el 21 de mayo de 1873, un marinero italiano de apellido Grecco, mató de un balazo a La-Morvonais en un almacén del puerto de Paysandú.

Sometido a la justicia, dijo el agresor haber obrado por móvil de venganza personal, pero la creencia general fué que se estaba en presencia de un crimen político y los diarios jordanistas acusaron de él al gobernador de Entre Ríos.


LAPIDO, ATANASIO

Militar de la independencia, Constituyente del año XXX, senador y hombre político,

Nacido en 1798, su carrera de armas principió en 1815, sirviendo en un batallón formado por el Cabildo montevideano, que se denominó batallón de Infantería Cívica, en cuyas filas obtuvo su primer galón de alférez. Transferido el año siguiente al cuerpo de Libertos, se le promovió a teniente y al frente de sus hombres, bajo el mando de Otorgués, actuó en campaña contra los portugueses invasores.

Asistente al sitio de Montevideo, en octubre de 1817 defeccionó con el cuerpo en que servía en las circunstancias lamentables que lo hicieron Bauzá y los Oribe, para no regresar ala provincia sino en 1820, en tiempo que el sojuzgamiento de ésta por los portugueses era total.

Cuando la escisión de los conquistadores, divididos en 1822 en realistas portugueses e imperialistas brasileños, estuvo primero con el jefe éstos, Carlos Federico Lecor, que había ganado la campaña, pero luego retornó a Montevideo plegándose al portugués Alvaro Da Costa, cuando creyó que esta era la mejor manera de trabajar por los futuros destinos patrios.

Resuelto el pleito entre los extranjeros a favor de Lecor, su situación comprometida lo llevó a Buenos Aires. Siempre en actividades patrióticas, integrante del grupo que daba nortes a la emigración, Lapido fué uno de los comisionados que éstos enviaron a Bolívar, a la sazón en s del Alto Perú, en marzo de 1825, solicitando el auxilio de su espada invencible para la emancipación de la Provincia Cisplatina. La noticia, traída a Lecor por sus espías en Buenos Air fué transmitida de inmediato a Río de Janeíro donde causó verdadera inquietud. Los emigrados, que esperaban la respuesta para el mes de mayo, la tuvieron por boca de Lapido el 22 o 23 de abril y era negativa. Múltiples razones fundamentaban la decisión del Libertador, el cual les recomendó ponerse en contacto con Bustos, el Gobernador de Córdoba, por lo que pudiera resultar.

Graves conflictos continentales paces de comprometer su trascendental obra, creía adivinar Bolívar

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