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bitos — de aquellos briosos “curas a caballo” que personificó Monterroso.

La iconografía de Larrobla se reduce a un retrato único, de perfil, cuya base es un dibujo con rasgos caricaturescos debido al lápiz de Besnes e Irigoyen, sobre el cual vinieron a cristalizar, por correcciones y retoques sucesivos, los rasgos fisonómicos que personalizan su imagen.


LASALA, FRANCISCO José María Vicente

Militar de la independencia. Su fe de bautismo asentada en la catedral de Montevideo, acredita que nació el 27 de octubre de 1805, hijo de Martín Lasala, de Buenos Aires, y de Margarita Oribe.

Joven entró a servicio de la Patría, siendo nombrado alférez el 10 de noviembre de 1825 y ayudante de campo del general Lavalleja, teniente 2° en 1826, ayudante mayor y capitán de caballería el año 28.

Hallóse en la batalla de Ituzaingó como oficial del regimiento N° 9 de caballería de línea que mandaba el coronel Manuel Oribe, denominado luego 1° de caballería, donde ascendió a sargento mayor graduado el 25 de mayo de 1829. El 26 de octubre de este mismo año pasó al 1.er batallón de Cazadores, jurando la Constitución en la Plaza Matriz el 18 de julio de 1830.

El 1° de enero de 1831 fué en calidad de ayudante a la Capitanía del Puerto de Montevideo, para ascender a sargento mayor el 10 de junio de 1833, y luego ser Capitán del Puerto por decreto de Oribe de 13 de octubre de 1833. Teniente coronel en octubre de 1836, se le promovió a coronel graduado el año 38.

Al triunfo de la revolución encabezada por el general Rivera en 1838, el propio año fué reemplazado en el cargo de Capitán del Puerto por el coronel Luis Larrobla con fecha 7 de noviembre, y en este mismo mes solicita la baja absoluta del ejército, decidido a compartir la suerte de Oribe, a quien estaba vinculado por cercanos vínculos, pues era hermano de su madre. A sus órdenes en la emigración hizo la campaña de las provincias argentinas, en la cual el ex-presidente, convertido en general del tirano Rosas, desempeñóse a la manera de un terrible procónsul romano, y a sus órdenes volvió a la República después del triunfo de Oribe en Arroyo Grande en 1842.

Durante el sitio de Montevideo desempeñó las funciones de jefe del Estado Mayor del ejército oribista, además de tener el comando del numeroso y aguerrido batallón llamado primero “Cazadores Orientales” y después “Libertad Oriental”.

Este capítulo del Cerrito ha sido objeto de muchos comentarios, en los cuales la verdad y la pasión llevan su parte. Sus mismos correligionarios — el Dr. Juan J. de Herrera, por ejemplo — tuvieron para Lasala adjetivos lapidarios. En todo caso, puede afirmarse que su cercano

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