Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/759

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Estaba enfermo en el Parque, pero se levantó de la cama para ir a pelear con sus compañeros.

Contó entre los derrotados en Arroyo Grande, batalla perdida por Rivera en territorio entrerriano el 6 de diciembre de 1842, que abrió el país al general Manuel Oribe, jefe del Ejército Unido de Vanguardia de la Confederación Argentina.

Producida la invasión extranjera, mostró una resistencia a toda prueba, agotando las medidas posibles para demorar su avance y dejar sentado el espíritu que dominaría en la lucha.

Según afirma Wrigth, el mismo prendió fuego a su casa en Paysandú, antes de abandonarla.

Destinado a prestar servicios en las últimas filas del ejército — extrema retaguardia — en paulatina pero constante marcha hacia la capital, él y sus hombres eran los encargados de conocer y dar oportuno aviso de las mínimas operaciones del enemigo, verdaderos detectores del ejército en retirada, y en esa difícil comisión — acredita el general César Díaz en sus Memorias — se desempeñó con una vigilancia y un valor superiores a todo elogio.

Actor en la batalla de India Muerta el 27 de marzo de 1845, pudo escapar con vida del campo ensangrentado por Urquiza con la sangre de los prisioneros pasados a degüello, flanqueando con habilidad de baquiano consumado el ejército enemigo para reunirse nuevamente a los suyos.

Falleció en el pueblo de Las Vacas (Carmelo), donde asentaba en esos días el Cuartel General del ejército de Rivera, la noche del 1° de setiembre de 1846, después de 30 años de servicios de armas y haber sido herido siete veces en combate. Ausente el jefe del ejército, el mando superior estaba en manos del coronel Bernardino Baez que en la Orden General hizo cálido elogio del conmilitón desaparecido.

Antonio Díaz, en su Historia de las Repúblicas del Plata, llama con reiteración a este valiente jefe “el pardo Luna”, lo que hace suponer que tuviese evidente mezcla de sangre.

Una calle de Montevideo, donde se recuerda al veterano soldado, tiene por denominación arbitraria calle General Luna, pues no hay constancia de que en ningún momento hubiese tenido semejante grado.


LUQUESE, NICOLÁS Celedonio

Sacerdote uruguayo, cuyo nombre está ligado a la causa de la iglesia católica en el país. Sin ser precisan mente nativo de nuestra República, pues, hijo de padres italianos, vino al mundo en San Pedro del Baradero, Argentina, el 13 de noviembre de 1852, su vida pertenece por entero al Uruguay.

Luego de recibir la primera educación en su pueblo y resuelto ya por la carrera eclesiástica, pasó al Colegio de la Concepción en la ciudad de Santa Fe, donde hizo todos los cursos del programa con verdadero

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