Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/760

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

aprovechamiento. Vino después a residir en Montevideo y aquí recibió las órdenes cuando tenía sólo 23 años de edad, oficiando su primera misa a fines de 1875.

Muy adicto a Monseñor Jacinto Vera que lo distinguía con su gran estima y particular confianza, puede decirse que vi al lado suyo, ayudándolo en sus tareas y siendo su compañero en los largos viajes por campaña que tanto agradaban al primer obispo.

Secretario de Monseñor Inocencio María Yéregui, sucesor de Vera en el obispado, fué Protonotario Apostólico y más tarde Vicario General de la Arquidiócesis, después de haber tenido funciones de Provisor.

Candidato para el obispado sufragáneo de Melo, creado en 18396 — y digno del puesto por sus virtudes sacerdotales — sucesos posteriores de orden político religioso le impidieron ocupar la silla.

Activo propagandista dentro de las filas católicas, favorecido por su educación, respaldado por la cordialidad tolerante que sobreponía a las naturales intransigencias doctrinarias y con la herencia de prestigio que emanaba del recuerdo de Monseñor Vera, dedicó atención especial al desarrollo de las escuelas religiosas, propiciando la venida de congregaciones enseñantes.

Fomentó asimismo el desenvolvimiento de la prensa católica aportan. do fondos cuando fué necesario y pudo dar gran empuje al cotidiano “El Bien”, órgano oficial del partido, prefiriendo siempre como campo de operaciones de penetración, los llamados círculos de sociedad distinguida.

En los últimos años propugnó a favor de la acción comicial de sus correligionarios,

Vencido por larga y cruel dolencia, vino a fallecer en la capital el 21 de enero de 1917.


LUSSICH, ANTONIO Dionisio

Armador, arboricultor y hombre de letras. Era hijo de Felipe Lussich, marino mercante austriaco envejecido en el Río de la Plata, y vió la primera luz en Montevideo el 23 de marzo de 1848.

Continuador, junto con sus hermanos, de las actividades de la empresa de lanchajes y salvamentos fundada por su padre en nuestra capital en la primera mitad del siglo pasado y a la cual supieron dar el pié de prosperidad excepcional que la convirtió en la más poderosa y bien servida del Sud-atlántico, Antonio Lussich tuvo su cuarto de hora de soldado como voluntario en la revolución del coronel Timoteo Aparicio en 1870.

Ajustada la paz de abril de 1872, continuó residiendo por algún tiempo en Buenos Aires y allí, amigo de Rafael Hernández, tuvo oportunidad de conocer a su hermano José Hernández.

— 760 —