Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/780

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ba sus horizontes, dejó un poco de lado los adelantados proyectos, pero el Ministro Francisco de Borja Magariños, su tío, a quien se trasladaba de Río Janeiro a París, murió en el viaje y vino a quedar en nada la secretaría, Tan fundamental contratiempo lo obligó a regresar a España, así que estuvo terminada la publicación, el mismo año 54, de un volumen titulado “Estudios históricos, políticos y sociales”, que comprende un bosquejo histórico de log primeros años de la vida nacional, trabajo muy interesante a la par que erudito.

En la península, donde tenía muchas y buenas relaciones sociales y literarias, fué, Magaríños a vivir en Sevilla y allí le dieron un puesto en el diario “El Porvenir” y estrenó con éxito en el Teatro San Fernando, el 25 de febrero de 1855, una pieza de sátira política, “El rey de los azotes”, que le reportó algún dinero.

De Sevilla pasó a Cádiz, entregando a la imprenta otro volumen de artículos críticos, “Viaje Chinesco”, que a poco más lo envuelve en un lance personal. Este episodio y este libro cierran el último capítulo de Magariños Cervantes en España.

De retorno a la República en noviembre de 1855, revalidó inmediatamente su título de abogado, principiando a ejercer la profesión, y casi en seguida publicó un folleto “La Iglesia y el Estado”.

Cónsul General de la República en el Estado de Buenos Aires en 1856, al venir a la présidencia Gabriel A. Pereira, el Dr. Magariños Cervantes, antiguo colorado, se había convertido al fusionismo, mereciendo rudos ataques de sus ex-correligionarios. “Mi delito, para ellos, — escribió Magariños al Presidente — consiste en haber arrojado con desdén los trapos colorados y los trapos celestes, para no dar culto sino a los puros colores de la Patria”.

Pero la ilusión fusionista durá po- co y en diciembre del 57 hizo renuncia del consulado.

En el tiempo de permanencia en la capital porteña llevó a la escena, en el teatro de la Victoria, un drama en cinco actos y en verso “Amor y Patria” y compiló y publicó un volumen de datos relativos a los: auxilios prestados a Montevideo durante la epidemia de fiebre amarilla de 1857.

Siguió viviendo en Buenos Aires después de la sangrienta pacificación de la República en 1858, dió a la imprenta en ese año un libro de versos, “Horas de Melancolía” y fundó con el concurso de varios distinguidos escritores argentinos “La Biblioteca Americana”, — notable plan de trabajo —, uno de cuyos volúmenes fué su libro “Brisas del Plata”.

Bernardo P. Berro, que había sucedido en el gobierno a Pereira, ofreció al Dr. Magariños Cervantes el puesto de Fiscal de lo Civil, y aceptado que lo hubo, vino a Montevideo.

Fastidiosa fué para el nuevo mar

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