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helechos, las begonias y las cyteas.

Trabajador de toda la vida, guiaba personalmente su charret y era popular su figura de viejo varonil y fuerte, aseado hasta la pulcritud, que llevaba con arrogancia sus 80 años largos. Madrugador, activo, sin que llegasen tiempo de postrarlo los achaques el peso de la edad, falleció junto a sus araucarias del Reducto, el 16 de junio de 1890.


MARQUES, ANTONIO MARÍA

Ministro de Estado y hombre de negocios nació en Montevideo el 22 de diciembre de 1822, perteneciente a una familia de origen portugués, en buena posición financiera. Se formó, juntamente con sus hermanos, en esferas de actividad comercial acreditada.

Vinculado a los altos círculos capitalistas y bursátiles, vacante el Ministerio de Hacienda, el Gobernador Delegado, Dr. Francisco A. Vidal, lo nombró para ocupar dicho cargo el 24 de febrero de 1866.

Entraba Márques al gabinete en momentos harto difíciles, cuando una tremenda crisis europea hacía presentir las consecuencias que tuvo en el Rio de la Plata, y a los cuatro meses de ministerio tuvo que refrendar el decreto de inconversión de los billetes bancarios, el 20 de junio de 1866, y luego hacer frente a todas las consecuencias y secuelas de una situación hacendística extraordinaria.

Su prolongada permanencia en el gabinete, puesto que se mantuvo en él por todo el período discrecional del general Flores o sea hasta el 15 de febrero de 1868, sindicóse por una copiosa serie de disposiciones de ordenación financiera, sobre todo en la primera época, en el reglamento de la marcha de las múltiples oficinas, trabajos para la adopción del sistema métrico decimal, etcétera.

Hallándose en el domicilio particular de Flores el 19 de febrero de 1868, cuando vino la noticia de que había estallado un movimiento revolucionario, tomó un asiento en el carruaje que el ex - dictador hizo rumbo al Departamento de Policía juntamente con Alberto Flangini y Amadeo Errecart, siendo interceptados en la calle Rincón por el grupo de individuos armados, cuya misión —según las instrucciones de Bernardo P. Berro — era apoderarse del general Flores y reducirlo a la impotencia. Tales directivas, que traían implícita una orden de muerte, se cumplieron en toda su extensión en la persona de Flores, ultimado con ocho heridas de arma blanca; y en cuanto a sus tres acompañantes, algunos resultaron heridos.

Aunque en las elecciones. de ese mismo año 68, cuando el país se reintegró a la vida institucional con la 10ª legislatura, Márques fué electo diputado, las cámaras anularon su acta y no ingresó al parlamento.

Desde entonces hasta 1886 no se

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