“Apuntes del General Anacleto Medina — Muerte del General Francisco Ramírez”, Buenos Aires, 1895.
Opuesto en el primer momento al movimiento revolucionario que se proponía tentar en el país, como efectivamente lo llevó a cabo el coronel blanco Timoteo Aparicio, concluyó aceptando los hechos consumados, y el 10 de agosto de 1870, después de pasar el Río Uruguay por Piedras de Espinosa, trayendo a sus órdenes a Basterrica, Layera, Arrúe y otros jefes de parecida importancia, se internó en la República para comenzar, a caballo, a los 82 años de edad una campaña de invierno.
Duro sacrificio para Medina el de esta patriada en que él, soldado de la Independencia, brigadier general que tantas veces había comandado en jefe los ejércitos de la República, venía a servir a las órdenes de un coronel oscuro, lancero ayuno de capacidad militar, que hacía gala de no escuchar los consejos de su experiencia. El 17 de julio de 1871, en la persecución que sufrió el revolucionario derrotado en Manantiales, el general Medina y su secretario fueron muertos a lanza, probablemente sin que se supiese quienes eran.
MELENDEZ, MANUEL
Soldado de la independencia, uno de los Treinta y Tres patriotas que desembarcaron en la Agraciada el 19 de abril de 1825, a órdenes del general Juan Antonio Lavalleja, en una heroica tentativa de sublevar la provincia y libertarla de la dominación brasileña.
Conocido también por el apellido de Baena, que usaron indistintamente alguna vez su padre y él mismo, nació en el Partido de San Isidro de Las Piedras, Canelones, el 12 de abril de 1783.
Poseía grado de teniente al iniciarse la campaña libertadora y con fecha 19 de mayo fué ascendido a capitán, sirviendo desde la misma fecha en el Regimiento de Dragones Libertadores.
Fué de los vencedores de Sarandí, falleciendo el 12 de enero de 1827. En 1830, al instituirse los premios los Treinta y Tres, su madre, doña Catalina Machado, ocupó en las listas el lugar de su hijo.
MELGAR, MANUEL Eustaquio
Militar, caudillo en la zona de los actuales departamentos de Minas y Maldonado en la época de las guerras civiles a mitad del siglo pasado, fiel adicto del general Manuel Oribe.
Sus servicios arrancan de junio de 1825, como soldado del Regimiento de Milicias de Caballería de Maldonado.
Combatió la revolución encabezada el año 1836 por el general Rivera, sirviendo en la Guardia Nacional de Maldonado como teniente coronel graduado, siendo capitán y comandante del 2° escuadrón de caballería.
Tomó parte activa en la Guerra
