Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/831

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De regreso a su ciudad natal en febrero de 1858, precedido de justa fama, presto la confirmó como buen médico y cirujano que abordaba la alta cirugía y operaba las cataratas, especialidad reservada hasta la fecha, casi siempre, a los profesionales extranjeros.

Su actuación política comienza con la misión que el presidente Pereira le confió ante el gobierno del Paraguay, a cargo entonces de Carlos Antonio López, Habiendo surgido un conflicto entre aquel país y los Estados Unidos de América, y ofrecida y aceptada la mediación del Uruguay, el 18 de enero de 1859 nombróse al Dr. Méndez comisionado especial para llevar a su debido término dicha gestión. Fué un cometido completamente baldío, buscado por el ministro Nín Reyes desde setiembre del 58 por mera vanidad internacional y que, desde luego, Carlos Antonio López miró sin interés, La llegada del comisionado uruguayo a la Asunción fué completamente a destiempo. Un mes antes había arribado la expedición norteamericana, arreglando sin dificultad el asunto.

Por lo demás fué, particularmente, muy bien recibido, militando en su favor la amistad hecha en Europa con Francisco Solano López, hijo del Presidente y heredero presuntivo de la primera magistratura. “El Semanario” tuvo para su persona términos amables, considerándolo compatriota por ser nieto de doña Carolina Torres, Llegó, todavía, según un biógrafo uruguayo, a atender al Presidente como médico, Pero, como Enviado Diplomático no tuvo rol, pasando inapercibido hasta en las secciones oficiales del mencionado único papel público del Paraguay.

Al caer el gobierno de Atanasio Aguirre emigró a Buenos Aires donde permaneció dos años, y de vuelta: al país se dedicó exclusivamente a su carrera, asentando cada vez más la fama de buen médico, todo ello sin perjuicio de darse, un tanto, a sus aficiones literarias.

En la administración del coronel Latorre, merced a las relaciones cordiales que el dictador sostuvo siempre con el Partido Blanco, el doctor Méndez fué sacado de su retiro para ir a ocupar la cartera de Relaciones Exteriores el 24 de setiembre de 1877. En ese destino se mantuvo hasta la fuga del coronel, añadiendo, con esta colaboración a un régimen de fuerza, una página sobrante a una vida útil y benéfica.

En las administraciones del doctor Vidal y del general Santos, ocupó la banca de senador por San José, y en el desempeño de tal cargo falleció, repentinamente, en la mañana del 12 de febrero de 1883.

Estaba ligado desde 1863 a la familia del ex-presidente Pereira, por su casamiento con María Josefina Pereira Vidal, a quien había salvado la vida en una grave enfermedad.

Además de otros cometidos científicos, desempeñó el Dr. Méndez el cargo de jefe de Sanidad del Puerto, presidente de la Junta de Higiene, Cirujano del Ejército, etc.

Eminente médico y hombre de ciencia, bueno como hombre tam-

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