Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/854

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ducta del jefe “y el compromiso de su palabra de honor empeñada para garantir a los oficiales enemigos prisioneros”, pero lamentando “aunque ya no tenía remedio”, la excesiva latitud del compromiso, pues le parecía mejor que algunos hubiesen quedado en Colonia — con la ciudad por cárcel — aconsejando enviar a otros.

a residir en determinados departa- mentos,

La conducta de Moreno provocó aplausos tan unánimes que “El Defensor de la Independencia Americana”, el diario de Oribe publicado en el Cerrito, mostró empeño en hacer creer que la moderación del vencedor de la Colonia “elogiada hasta por nuestros enemigos” —según palabras del Dr. F. S. Antuña — “le había sido especialmente prevenida y recomendaba” por Oribe.

El mando de Moreno en Colonia, prolongado hasta 1850, siguió caracterizado por idéntica tolerancia, y por un gran espíritu progresista de manifiesto en todo sentido, pues su política constructiva abarcó los ramos de enseñanza, mejoras públicas, agricultura, comercio, etc.

Cuando en 1851 el general Urquiza, pronunciado contra la tiranía de Rosas, invadió la República para batir primeramente a Oribe, el más fuerte de los enemigos, Lucas Moreno, dadas sus vinculaciones con el gobernador de Entre Ríos y con el general Garzón, que lo acompañaba, intervino eficazmente en las negociaciones que dieron por resultado la paz del 8 de octubre.

Ascendido a coronel el 16 de enero de 1852, el presidente Juan F. Giró, al crearse por decreto de 4 de agosto del mismo año cuatro nuevos escuadrones de caballería de línea, puso a Moreno, que en esa fecha desempeñaba interinamente la Jefatura Política de Colonia, a la cabeza del N° 2. A la deposición de aquel mandatario, en 1853, permaneció fiel al orden constituido, procurando organizar un movimiento reaccionario en la zona sur del litoral uruguayo, pero fué derrotado, perseguido y obligado a emigrar, siendo baja del ejército el 23 de diciembre de 1853. Al expedirse por el gobierno provisorio el indulto del 16 de enero de 1854, su nombre apareció en la lista de jefes no comprendidos en el decreto, mostrándose, con ello, que se le tenia por peligroso enemigo.

Desde Entre Ríos adhirió al gobierno provisorio instaurado por los conservadores en Montevideo en agosto de 1855 y presidido por Luis Lamas.

La corta duración de este gobierno no le dió tiempo de volver al país a ofrecerle sus servicios militares y solamente regresó después de la elección de Gabriel A. Pereira, siendo reintegrado a los cuadros del ejército el 13 de enero de 1857.

Durante la revolución colorada del general César Díaz, Moreno mandó las fuerzas gubernistas que chocaron en Cagancha el 16 de enero de 1858, sin éxito definido para ninguno de los contendientes, pero más bien desfavorable para él.

Ahogado en sangre el movimiento,

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