Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/859

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cuando los sucesos de Quinteros, donde se encontró con mando de tropas, salvó algunas vidas y posteriormente consintió y hasta ayudó a algunos vecinos de Durazno en la piadosa tarea de recoger los cadáveres abandonados, para enterrarlos en el cementerio del pueblo.

El 4 de agosto de 1858 fué incorporado al ejército de línea como teniente coronel de caballería y el 15 de setiembre siguiente se le hizo jefe del 3.er Regimiento de la Guardia Nacional de Durazno.

Combatiendo a los revolucionarios floristas, en defensa del gobierno constitucional de Bernardo P. Berro, hallábase junto a Dionisio Coronel cuando este prestigioso jefe murió repentinamente en la acción de Paso del Rey de Cebollati, el 30 de julio de 1863, y salió del campo con dos heridas de arma de fuego, mereciendo ser recomendado en el parte y después promovido a coronel graduado, el 19 de agosto,

Encargado de la aprehensión del coronel Bernardino Olid, que se había rebelado contra la autoridad del presidente Berro, defirió el cumplimiento de la orden, combinando, en cambio, con aquel su antiguo jefe, la sorpresa de las fuerzas revolucionarias del comandante Antonio Olivera, llevada a cabo en la costa de San Carlos, en Rocha, el 9 de febrero de 1864, Olid resultó herido de suma gravedad y como no quisiera aceptar de Berro ni siquiera auxilios médicos, Moyano le dió personalmente escolta hasta dejarlo en el Brasil, donde la existencia del prestigioso caudillo blanco tuvo fin a los pocos días. (Ver Bernardino Olid).

No mucho después, el 24 del mismo mes de febrero, Moyano era derrotado en el Avestruz por el comandante revolucionario Fidel Paes da Silva, quedando prisionero junto con su secretario Gabriel T. Ríos.

Seguidamente el general Flores, jefe de la revolución, ofreció al gobierno un canje de prisioneros, debiendo cambiarse en primer término el coronel Moyano por el coronel León de Palleja, pero el gobierno no aceptó. Flores, en esas circunstancias, hizo saber a Moyano que quedaba en libertad de irse al Brasil o a la Argentina, según quisiera.

Empequeñecido y despechado el coronel por la actitud de los suyos, que consideraba como muy grave ofensa, resolvió ponerse a las órdenes del generoso enemigo, incorporándose a sus huestes.

Por decreto de 14 de junio el gobierno de Aguirre lo radió del escalafón del ejército, juntamente con el capitán Ríos.

Pronto sintieron sus antiguos compañeros el empuje de Moyano. Flores le ordenó el ataque a la Villa de Durazno, que defendía el coronel Emilio Pizard, y éste vióse en el trance de capitular el 12 de agosto de 1864. Fué herido en el combate de Don Esteban y después de la victoria definitiva de Flores quedó incorporado al ejército en el mes de junio, como coronel. Entonces pasó Moyano a Concordia, en Entre Ríos,

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