para formar en el ejército expedicionario contra el Paraguay, pero Flores dispuso su regreso, pues aún conservaba abierta la herida de Don Esteban, de donde se le tenía extraído un proyectil.
Jefe Político y Comandante Militar de Durazno en abril de 1868, Moyano demostróse hombre duro, como había sido siempre, y únicamente la gran influencia que el gobernador Flores ejercía sobre él era capaz de frenar sus excesos.
Asesinado Flores, convirtióse en uno de los caudillos peligrosos e irresponsables que perturbaron la marcha del gobierno del general Batlle, y habiendo contado entre los acompañantes del general Francisco Caraballo en su desatentada revolución de junio del 69, fué destituído de su cargo el 17 del mismo mes y se halló entre los capitulados en Mazangano.
Después de prestar importantes servicios al gobierno constituido combatiendo la revolución blanca de Timoteo Aparicio de 1870-72, en cuyo término desempeñó la Jefatura Política de Tacuarembó de marzo a noviembre de 1870, pasando después a la de Durazno, su actitud en las elecciones generales de 1872 dió lugar a serios conflictos entre los círculos partidistas anarquizados del departamento, y el 25 de junio del propio año se le incorporó a la lista de Inválidos.
Adicto al régimen instituido por el motín militar del 15 de enero de 1875, Latorre lo envió a ocupar la Jefatura Política de Soriano en junio de 1878 y su permanencia en el cargo prolongóse hasta agosto de 1877, en que fué sustituido por Vicente Garzón.
Pese a los antecedentes que no lo recomendaban mucho, el coronel Moyano hizo una jefatura bastante correcta, mismo sin traerla a comparación con los excesos en que cayó el hombre civil que vino a sucederlo.
Sin particular destino desde entonces, su muerte, natural libre de sospechas razonables, ocurrió en Montevideo el 12 de noviembre de 1879; pero, asimismo, dió origen a rumores absurdos, fáciles de prosperar en esos tiempos.
MUNDELL, JOSÉ
Militar, inglés de nacimiento — había visto luz en Manchester el 7 de enero de 1807— estrechamente vinculado a las luchas de la organización nacional.
Vino al Rio de la Plata en 1821, y a los dos años de residencia en Montevideo, en 1823, pasó a la zona de Colonia, para luego hacerse estanciero en el departamento de Paysandú. Allí, entre la gente de sus pagos, perfiló líneas de caudillo militar puesto a servicio del Partido Colorado y desempeñó importantes destinos, como el de Jefe Político y de Policía que — en su época — significaba lo que en la actualidad no es fácil darse cuenta.
