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quía que gozaba en el sentimiento popular por su integridad ciudadana, era más alta y valía más que todas las palmas del generalato.


MUNIZ, JUSTINO

General del ejército, caudillo nacionalista, con actuación preponderante en las campañas bélicas de 1897 y 1904.

Sobrino del coronel Angel Muniz, había nacido el 5 de setiembre de 1838 en Sauce de Olimar, en el actual departamento de Treinta y Tres.

Se hizo mozo en trabajos de estancia en campos que había poblado su abuelo José Muniz en el Rincón de Suárez, y su rol en varias incidencias conservadas en la tradición del pago, puso de manifiesto que, pacífico y medido, poseía un gran valor personal.

Las agitaciones de un país donde los períodos de paz eran sólo cortas treguas, lo llevaron fatalmente a servir como soldado y por ley natural órdenes de su tío, hombre prestigioso en la zona.

De esta manera, a contar de 1854, tuvo ascenso de alférez de milicias de caballería y el 14 de octubre de 1863, en campaña contra los colorados revolucionarios del general Flores, se le promovió a teniente 2° de Guardias Nacionales de Cerro Largo. Más tarde, invertidos los papeles, Muniz hace la campaña revolucionaria blanca de 1870-72, en los ejércitos de Timoteo Aparicio, donde el coronel Angel Muniz tuvo actuación principal, y él mismo halló ocasión para probarse como un excelente lancero.

Ajustada la Paz de Abril y normalizada la marcha de la República en 1872, Bernabé Rivera, Jefe Político de Cerro Largo, lo nombró Comisario General del Departamento el 20 de junio del mismo año. En funciones por la frontera, en abril de 1874, sorprendió y disolvió a un grupo de gente armada procedente de Canudos, Río Grande, con que Eduardo J. Palmer y Manduca Cipriano, secuaces del comandante Lucas Bergara, se proponían alterar el orden público. Su plan era tomar Artigas, y después Melo, contando con la cooperación de Bergara, que acudiría del lado de Tacuarembó, Manduca Cipriano, diciéndose enfermo, no figuraba entre los invasores, los cuales traían como distintivo una divisa negra con letras amarilles, y fueron obligados a desparramarse en los montes del Río Negro y del Yaguarí, aunque algunos cayeron prisioneros.

Derrocado el gobierno legal del Dr. Elauri el 15 de enero de 1875, el coronel Angel Muniz fué uno de los más caracterizados jefes de la Reacción Nacional, campaña en que la ciudadanía, con una única divisa — la tricolor de la Agraciada — quiso restablecer el imperio de la ley.

Venciendo escrúpulos ante la perspectiva de combatir a su antiguo jefe el general Timoteo Aparicio, que se había puesto a las órdenes

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