En el gobierno de Pereira tuvo actuación contra los revolucionarios colorados de César Díaz, siendo promovido a coronel graduado el 7 de febrero de 1858, en los ascensos otorgados después de Quinteros. Movilizada la Guardia Nacional de Cerro Largo en setiembre del 58, tuvo el mando del tercer regimiento, y el 2 de mayo de 1859 entró a sustituir al coronel Dionisio Coronel en la Jefatura Política del departamento.
Disgustó ese nombramiento a Coronel, que consideraba a Cerro Largo algo así como un feudo familiar, donde alguno de sus parientes tuvo carta blanca para realizar fechorías (véase Nico Coronel) y en la primera oportunidad procuró eliminar de la jefatura al coronel Muñoz, Llegó ésta a poco de electo presidente Bernardo P. Berro, cuyas vinculaciones con Dionisio Coronel eran íntimas. Obtuvo éste que se le enviara a Cerro Largo, con facultades para perseguir y aprehender a todos los autores y cómplices de los asesinatos en la zona.
Muñoz, ante esa medida que lo deprimía, hizo irrevocable renuncia de su puesto el 17 de abril de 1860 por creer que — atento a lo ocurrido — la designación de Coronel era prueba de que no gozaba de la confianza de Berro.
El triunfo de la revolución del general Venancio Flores a la cual le tocó combatir, lo alejó del ejército aunque por muy poco tiempo, siendo reincorporado el 22 de julio de 1865. En los sucesos de febrero del 68, se puso a las órdenes de la Jefatura Política de Cerro Largo, por cuya razón no tuvo efecto una primera disposición general que lo daba de baja en el ejército.
Borrado nuevamente de la lista militar al estallar la revolución blanca del coronel Timoteo Aparicio, la paz del 6 de abril del 72 que dió fin a aquella, le permitió reintegrarse a los cuadros militares.
Incluído en la lista de los Servidores de la Independencia el 15 de octubre de 1874, su no intervención en los sucesos subsiguientes a ese tiempo, estaba descontada por razones de edad.
El gobierno de Santos lo hizo coronel efectivo de caballería el 23 de agosto de 1883, y el 26 de febrero de 1890, el presidente Tajes le confirió les palmas de general de brigada. Finalizando su administración, el Dr. Herrera y Obes lo promovió a general de división el 17 de febrero de 1994.
Estimado y respetado como una reliquia de los tiempos heroicos, la existencia del general Muñoz tuvo término en Melo el 2 de mayo de 1897.
MUÑOZ, BASILIO Antonio Modesto
Militar de la época de la independencia, pero cuyos servicios le otorgan verdadero volumen durante las luchas de la organización nacional, llegando a tener grado de general del ejército.
