Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/877

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

to de Director de Artillería y encargado de la línea de fortificaciones de Montevideo.

Jefe del Parque del Estado y de la fortaleza de San José, por decreto de 12 de enero de 1885, debía entenderse directamente con el Ministro de Guerra, y al mismo tiempo, “por ser incompatible con el nuevo destino que se le confería”, cesaba Muñoz en el de jefe de la artillería de la línea.

Al triunfo de Flores sus servicios en el ejército terminaron, y el coronel se retiró a la Villa de Minas, donde permaneció sin tomar parte en la revolución del coronel Timoteo Aparicio. No obstante su actitud prescindente, el gobierno — tal vez como medida general — lo dió de baja del ejército por cierto período, para reintegrarlo más tarde a su grado.

Caducadas las autoridades municipales al asumir el coronel Latorre el mando discrecional de la República en 1876, y creadas en su reemplazo las Comisiones Extraordinarias, el coronel Muñoz fué nombrado presidente de la de Minas, falleciendo en el desempeño de ese cargo, que ejercía simultáneamente con el de presidente de la Comisión Delegada de la Asociación Rural, el 1° de junio de 1878.

Fué Guillermo Muñoz un buen jefe en el arma de artillería, y un jefe de orden — según se les calificaba entonces — honrado y celoso en funciones administrativas, Enérgico, sin caer en excesos ni crueldades, llevó fama — y con motivo — de poseer un genio arrebatado, con ímpetus repentinos, incontenibles, sobre todo si era contradicho.

En Minas corrían, populares, porción de anécdotas del viejo coronel, en los momentos en que explotaba, para luego recobrarse con la misma rapidez con que había salido de sus casillas y volver a su habitual temperamento.


MUÑOZ, JOSÉ MARÍA Nicolás

Legislador, soldado y hombre político.

Hijo. de Francisco Joaquín Muñoz y de Cipriana Herrera, había nacido en Montevideo el 10 de setiembre de 1816, Hizo con aprovechamiento estudios de jurisprudencia que interrumpió reiteradas veces, porque en el ambiente familiar propicio y en su temperamento, se hallaron causas que — de una u otra manera — impusieron esas treguas.

En 1834 - 33 acompañó a su padre, en calidad de secretario, cuando éste fué enviado como diplomático ante el gobierno de Bolivia. En 1841 fué al Brasil como adjunto de nuestra Legación, siendo ministro Francisco Magariños.

Mezclado pronto en el torbellino de las luchas de la política rioplatense, la guerra contra Rosas y el sitio de Montevideo lo tomaron en plena juventud batalladora, sirviendo en la Guardia Nacional y tan pronto entró en fuego y con tal tempera-

— 877 —