Hombre de carácter un poco extraño, hallándose en Suiza presenciando las maniobras del III Cuerpo de Ejército el 16 de setiembre de 1896, tuvo un conflicto con el coronel Frey, Consejero Federal, por un detalle de protocolo, que con un poco de tacto se habría solucionado a satisfacción común. Nuestro diplomático, en cambio, llevó las cosas a punto de hallar la única solución viable en su retirada del país junto con el personal de la Legación a sus órdenes. Desde Londres, con fecha 26 de setiembre, envió al cuerpo diplomático acreditado ante Suiza una especie de circular — quien sabe si venida al caso protestando por el atentado de que había sido objeto. Todos los antecedentes del asunto — curiosos por otra parte — pueden ser consultados inextenso en un folleto que el propio Dr. Nin hizo publicar en Bruselas.
Abandonada la carrera diplomática no reanudó tampoco actividades políticas, si se exceptúa el momento en que interviene como mediador en la revolución de 1897. Orientando su vida hacia los asuntos rurales, llegó a convertirse él mismo en un animoso y progresista estanciero, que en 1901 fué a plantear el establecimiento modelo "Elena - Farm" en un remoto rincón de Tacuarembó, para dar ejemplo, con sus arrestos y métodos de ruralista inteligente, a un vecindario particularmente retardatario y dormido.
El Dr. Nin, fallecido en Montevideo el 29 de enero de 1919, fué hombre de vasta cultura y de gustos artísticos, a cuyas inteligentes gestiones debe nuestro Museo de Bellas Artes los calcos de las esculturas del Partenón, obtenidas en Londres.
NIN REYES, ANTONIO
José Funcionario consular uruguayo, nacido en Montevideo el 9 de junio de 1820 y muerto en el Paraguay por orden del mariscal López, gobernante de aquella República. Sacrificado por el dictador, el caso Nin Reyes configura un crimen. Radicado desde años atrás en la ciudad argentina de Corrientes, donde tenía comercio, llegó a Asunción en 1851 para establecer una casa de remates en sociedad con Saturnino Bedoya. Más tarde — 9 de julio de 1858 — se le dió por el gobierno de Pereira la representación de la República en calidad de Cónsul General.
Tomó estado en Paraguay casando con la señorita Carmen Recalde, de conocida familia del país.
Al exacerbarse los temores de López, cuando la suerte principió a mostrarle la espalda, Nin Reyes cayó en sospechas del atormentado Mariscal, que lo hizo confinar en la localidad de Caacupé, con su señora y diez hijos todos menores. De allí, el 10 de agosto de 1866, fué violentamente arrancado para llevarlo a Luque, donde se le remachó una barra de grillos y le quitaron la vida poco después, sin que nunca se supiese por qué razón ni en qué circunstancias, pues se trataba de uno de esos casos de justicia superior, donde no intervenían sino Francisco Solano
