noviembre — por el cual ambos generales de acuerdo, dieron la presidencia a Gabriel Antonio Pereira, esperando cada uno ser la influencia poderosa que primara sobre el ánimo del anciano magistrado.
Pero éste se deshizo primero de Flores que marchó a la Argentina y en cuanto a Oribe, no sólo lo puso de lado. sino que temeroso de que su influencia pudiera gravitar en las elecciones que estaban por efectuarse, y en las cuales Pereira tenía dispuesto ganar la mayoría, lo señaló como presunto perturbador del orden por el decreto del 29 de noviembre de 1856, “haciéndolo responsable — además — de cualquier alteración del sosiego público.”
Residía el brigadier general, sobrellevando de largo tiempo atrás una dolencia crónica, en su quinta de Paso del Molíno, casi al final de la hoy llamada calle Uruguayana, y allí falleció el 12 de noviembre de 1857, a las 2 de la mañana, a los 67 años y después de ocho días de extrema gravedad.
Se le decretaron honores oficiales y recibió sepultura en el cementerio del Paso, de donde se los trasladó el 19 de abril del año siguiente a la Iglesia de San Agustín, en la Unión, fundación suya de la época del Sitio.
ORREGO, ZACARÍAS
Militar de Guardias Nacionales, integrante der pequeño grupo de blancos compatriotas que en 1885, después del triunfo de la revolución colorada del general Flores, buscaron la ayuda del presidente paraguayo F. S. López, creyendo que merced a elle su parcialidad política sería restaurada en el poder.
Los servicios documentados de Orrego principian en el año 1839, cuando aparece revistando como plaza del escuadrón N° 1 de caballería ligera, cuerpo del que desertó en junio del mismo año. Embanderado en las filas oribistas, tuvo actuación y ganó su primer galón de alférez en el curso de la Guerra Grande, llegando a teniente 2° durante el gobierno de Pereira, en los sucesos militares de 1857-58, concluidos en Quinteros. Teniente 1° en 1861 en el piquete de Caballería de Tacuarembó, ascendió a capitán el 14 de agosto de 1863, combatiendo contra los revolucionarios del general Flores. En la división Tacuarembó y casi siempre en operaciones por la región norte, tuvo ocasión de librar porfiada lucha sobre la propia villa de San Fructuoso, mereciéndo del gobierno de Aguirre los despachos de teniente coronel de caballería y una espada de honor, decretada con fecha 21 de marzo de 1864. En los últimos días del mismo gobierno se le dió el grado de coronel y la designación de Comandante Militar de Tacuarembó, el 25 da enero de 1865.
Dominado por la ilusión paraguaya, después de la derrota final de su partido, salió en busca de los ejércitos de López, que marchaban hacia el sur por la línea del Uruguay, rumbo a la República.
