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ARROYO LINO Abelino (García)

Militar y funcionario público distinguido por sus virtudes cívicas. Ningún vínculo de familia lo unía con el anterior coronel y en realidad el apellido era el doble apellido de García Arroyo, cuya primera parte su padre, un modesto comerciante español, ya había reducido a una letra.

Nació en Montevideo el 23 de setiembre de 1836, y quedó huérfano a los 14 años. Sin medios de vida, en setiembre de 1851 fué a presentarse como soldado voluntario al 1er. batallón de Guardias Nacionales Defensores de la Capital mandado por el coronel Tajes, donde un amigo de la familia, Pedro Zas, desempeñaba funciones de capitán.

Concluída poco después la Guerra Grande interrumpió la carrera de armas dedicándose al comercio, pero al principiar la revolución colorada del general Flores, en 1863, buscó el modo de incorporarse a sus amigos políticos, hizo toda la campaña y el día del triunfo, en 1865, ostentaba galones de capitán.

A servicio del gobierno cuando el coronel blanco Timoteo Aparicio alzo bandera de revuelta, le cupo a Lino Arroyo batirse junto al coronel Fidelis Paes Da Silva en la acción de Batoví Dorado, una de las más encarnizadas de la campaña, el 15 de agosto de 1871. Derrotados los suyos, vanos fueron los esfuerzos de Arroyo para rescatar el cadáver de su jefe caído en el combate.

En el transcurso de la campaña obtuvo grado de sargento mayor el 27 de agosto de 1870, a órdenes del general José Gregorio Suárez ; la efectividad el mismo mes del año siguiente y el grado de teniente coronel el 15 de enero del 72.

Concertada la paz de abril de 1872, ocupó el puesto de oficial 1° de la jefatura de Tacuarembó y electo presidente de la República el Dr. Ellauri, se le confió, en marzo de 1873, la jefatura política del propio departamento donde, activo, culto, honrado y tolerante, hizo una administración ejemplar.

Allí lo encontraron los funestos sucesos del 15 de enero de 1875. Notificado por el nuevo Ministro de Gobierno Isaac de Tezanos, del cambio político efectuado en la capital, el comandante Arroyo respondió diciéndole que no reconocía otra autoridad que la del presidente legal Dr. Ellauri.

A la notificación se acompañaba el decreto nombrando jefe político al teniente coronel José Gregorio Escobar, pero Arroyo se negó a entregarle el puesto, y — visto carecer de fuerzas para resistir — dió posesión de la jefatura al presidente de la Junta, Miguel Yofre.

Preso Arroyo casi en seguida, se dió el caso extraordinario, desconocido en nuestros anales históricos, de que lo más prestigioso del vecindario de Tacuarembó, sin haber distinción de nacionales o extranjeros, solicitara la libertad provisional del ex jefe, pidiendo que se le diera el pueblo por cárcel, bajo la fianza de

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